Sin sanciones concluyó la investigación abierta por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) en contra de Antofagasta Terminal Internacional (ATI) debido a fallas descubiertas en las instalaciones de acopio y embarque de concentrados mineros en el Puerto de Antofagasta.

El proceso tuvo su origen en fiscalizaciones realizadas en abril y octubre de 2014, fechas en que se detectaron cuatro incumplimientos graves y uno leve a las obligaciones establecidas en las resoluciones de calificación ambiental que permiten el almacenamiento y movimiento de carga por el frente concesionado.

Entre las faltas más relevantes estaba la presencia de aberturas en una correa transportadora y la falta de hermeticidad en el Terminal de Embarque de Graneles Mineros (TEGM), lo que permitía la fuga de material al exterior.

También se detectó que camiones eran lavados en lugar de ser aspirados y que las tareas de desencarpado de tales máquinas, en algunos casos, se realizaban fuera del galpón, donde no existe contención de contaminantes.

DECISIÓN

En una resolución emitida el viernes de la semana pasada, la SMA aceptó el programa de cumplimiento presentado por ATI para subsanar los problemas, y aunque realiza una serie de "observaciones" a dicho plan, en definitiva no aplica ninguna de las sanciones que permite la legislación para este tipo de faltas.

Hay que acotar que por la infracción leve la empresa, ligada al grupo Luksic, arriesgaba millonarias multas y por las graves incluso podía sufrir la suspensión o revocación de las resoluciones de calificación ambiental vigentes.

En su resolución la SMA explica que sin perjuicio que el plan de ATI "no cumple con los requisitos de forma propios de todo programa, capta la esencia de esta institución en el sentido que se hace cargo de los hechos constitutivos de infracción". Por lo mismo, comunica que las medidas correctivas planteadas y que básicamente tienen que ver con reparaciones y mejoras en sus procesos, serán aceptadas, pero con las observaciones que se expresan en la misma resolución.

ACCIONES

En total la SMA realiza siete observaciones a las medidas propuestas por la empresa.

Le ordena, por ejemplo, ejecutar acciones de seguimiento a las soluciones planteadas e incorporar registros audiovisuales de las mismas.

Además pide a ATI realizar una campaña de medición de eficiencia del sistema de filtrado de aire de la manga e informar a la superintendencia con 72 horas de anticipación los movimientos de carga a través de sus instalaciones, acompañando la programación de embarques para los 90 días siguientes al inicio del programa.

La SMA fija un plazo de 16 semanas para el desarrollo íntegro del programa de cumplimiento y las medidas adicionales solicitadas.

Una duda que queda planteada apunta a si las reparaciones en el TEGM se realizarán con las instalaciones en funcionamiento o si durante las obras los procesos se detendrán.

Al respecto la SMA pide ATI realizar los trabajos "en concordancia con lo establecido en la respectiva RCA", sin especificar el significado de aquello.

La empresa fue notificada el mismo viernes de la resolución y lo que debe ocurrir ahora es que presente un programa donde incluya las observaciones realizadas por la SMA.

Para ello le brinda un plazo de cinco días hábiles, advirtiendo que en caso de no cumplir con esta exigencia, el plan podría ser rechazado.

RECLAMO

En la empresa dijeron ayer que el plan de cumplimiento es parte de la política de mejoras que vienen realizando a sus procesos, la cual se comprometen a seguir impulsando.

"Queremos que la comunidad tenga plena certeza que las operaciones de ATI cumplen los estándares", indicaron.

Por su parte, el concejal Jaime Araya, uno de los principales críticos de las operaciones portuarias, calificó la ausencia de sanciones como una demostración de la "indefensión de la comunidad ante las grandes empresas" y anunció la presentación de un reclamo ante el Tribunal Ambiental.