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Muestran extraño pez

En una casa de calle Prat exhibían, previo pago de 40 centavos, un pescado extraño que cayó en las redes de pescadores de Mejillones. Tenía forma cuadrangular y una larga cola, la que serviría para defenderse de sus atacantes. Un experto dijo entonces que se trataba de una raya, con lo que bajó la curiosidad.

capturado por mejilloninos

Hernán Videla Lira fue elegido por aclamación presidente del Congreso de Minería realizado en Copiapó.

Hernán Videla es el

El evento realizado en el Liceo de Hombres reunió a técnicos, ingenieros y personal ligado a la industria minera.

presidente en congreso

Videla agradeció la confianza depositada con su designación.

Concejal pide anexar

Gran revuelo está causando en Taltal la solicitud del concejal Jorge Pavletic (PRSD) en orden a que esa comuna deje de pertenecer administrativamente a la Región de Antofagasta y se anexe a Taltal. La razón se funda -explicó el edil- en el aporte económico que hace Taltal a la región y lo poco que recibe a cambio.

Taltal a la III Región

Uso del lenguaje y respeto por el otro

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La querella criminal que anunció la semana recién pasada el Gobierno en contra del autodenominado "pastor Soto", por las denunciadas agresiones en contra del diputado Claudio Arriagada (DC) se sumó a la inquietud del mismo partido ante las actuaciones de esta persona. La acción terminó siendo la "gota que derramó el vaso", luego de que el mismo Javier Soto ingresara a mediados de diciembre al Congreso para intervenir en una comisión con fuertes epítetos e insultos a los parlamentarios presentes. Tuvo que ser desalojado.

Tal como cada querella, el Gobierno calificó sus actos como "injustificables e inaceptables". El vocero explicó que la Ley Zamudio no tipifica conductas, pero sí ciertas circunstancias agravantes, mientras que diputados falangistas interpusieron una querella apoyándose en esta ley. Cuando alguna situación pasa a nivel de Estado es porque la gravedad de los distintos hechos la deben justificar.

No se puede desconocer que a pesar de definirse como un "Estado laico", Chile aún es tolerante a la opinión respetuosa de las distintas confesiones religiosas bien constituidas. El caso del "pastor Soto" se ubica en un extremo distinto, en el que la expresión de las doctrinas se ha impuesto incluso, con violencia física contra representantes de uno de los poderes del mismo Estado.

Tal como ha ocurrido en otras oportunidades, la exposición de las ideas de manera irrespetuosa y violenta no legitima las mismas. Peor aún, en el caso de este ferviente religioso, la Mesa Ampliada de Iglesias Evangélicas restó cualquier respaldo a su persona y sus acciones.

En una sociedad con instituciones dañadas y en donde la credibilidad en las personas y en las mismas está en constante tela de juicio, aún se espera que las iglesias se transformen en un espacio y en organismos que promuevan el respeto y el diálogo, que promuevan la conversación sana y con altura de miras. El liderazgo que encabeza el "pastor Soto", evidentemente no se ajusta a este contexto, a la luz de las acciones que esa tomando el Gobierno y de sus mismos procedimientos.

Voces de ayer

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Quienes ya hemos doblado la esquina de los 50 ó 60 años, tal como la juventud de todas las épocas, también tuvimos un léxico propio para comunicarnos con nuestros coetáneos. Aquí va una muestra de ese vocabulario ya casi extinguido.

Morir pollo, morir en la rueda o callampín bombín era una advertencia que se hacía a alguien que, habiendo escuchado alguna infidencia o presenciado una situación comprometedora, debía mantener su boca cerrada sin divulgar palabra. Cuando no teníamos plata, andábamos pato, mientras que tener un brillo, era tener un buen carrete actual.

Un tipo con labia engañadora era chamullento o grupiento y el negativo o desubicado era tirado con onda para agüar la fiesta. Si un encuentro había resultado bien, se decía que todo había estado del uno o el panizo había resultado flor. Colérico era sinónimo de joven rebelde y pulento, un calificativo positivo de amplio espectro, podía ser un buen amigo, alguien bueno para el pool, etc. Encachao se le decía a un tipo capaz o derecho, pero también a uno con buena pinta. Te creís la muerte o cachetón, era el apelativo que se utilizaba para denominar a quien se hacía demasiada autopropaganda. Pasó la vieja, significaba haber perdido una oportunidad.

Hacer gancho, consistía en hablarle bien de alguien a otra persona, de distinto género, para interesarlo en ella o él con la intención de iniciar un pololeo y previo a éste, se pinchaba. Cuando uno se retiraba se echaba el pollo y nos reuníamos para echarle el pelo o entretenernos. Un pánfilo o fome, era algo así como un perno o nerd de ahora. A los niños se les asustaba con el cuco o el viejo del saco. Al cuico de hoy, se le motejaba de pirulo, paltón o jaibón ¿Y a vos, quién te dio velas en este entierro? Se le decía a quien intervenía en una conversación sin ser invitado. Al pretender hablar de una determina persona que estaba cerca, se precavía con un: cuidado que hay ropa tendida o hay moros en la costa.

Si dentro de un par de generaciones, a alguien se le ocurre escribir una columna como ésta, obviamente, recordará algunas expresiones de los jóvenes de hoy que ya estarán obsoletas, mientras que las que utilizaban nuestros abuelos, padres e incluso nosotros ya nadie las recordará ¿Onofre?