Con riesgo vital permanece internado en el Hospital Regional el joven de iniciales S.J.E, obrero de la construcción de 20 años, que fue atropellado en la madrugada de ayer en la avenida Circunvalación Padre Hurtado.

En el lugar un grupo de delincuentes que se trasladaba en un auto Kía Río (color blanco), encargado por robo, arrolló a esta persona. Tras el fuerte impacto se dieron a la fuga, dejando al trabajador abandonado en la vía pública con graves lesiones, principalmente en su cabeza.

diagnóstico

El joven presenta un cuadro de extrema gravedad con traumatismo encéfalo craneano, herida en el cuero cabelludo, excoriación de tórax, politraumatismos y hematoma del glúteo derecho, por lo que permanece internado en estado de suma gravedad.

Vecinos del sector dieron cuenta a Carabineros de la presencia del auto en calle Michimalongo, a pocos metros donde ocurrió el hecho.

El vehículo fue encontrado con sus cuatro puertas abiertas, el motor en marcha, sin ocupantes y el estanque de bencina en llamas.

Un detalle que llamó la atención fue la cantidad de tierra que cubría el tablero del auto, capot, manillas y toda superficie de contacto donde pudiesen quedar registradas las huellas dactilares de los delincuentes.

Una vez apagado el amago de incendio en el estanque de bencina, Carabineros contactó a la fiscal de turno, Paola Acevedo, quien ordenó entregar el auto a sus dueños por la imposibilidad de realizar cualquier tipo de peritaje en su interior.

Posteriormente a la entrega del vehículo, Carabineros no pudo dar con el paradero de los delincuentes, que aún se encuentran prófugos.

preocupación

Este es el segundo hecho delictual ocurrido en menos de un mes en la ciudad, que involucra el atropello de peatones por parte de delincuentes que conducen autos robados a toda velocidad durante la madrugada.

Hay que recordar el dramático caso de las dos mujeres embestidas en diciembre del año pasado en la calle Río Maule mientras se dirigían a comprar comida rápida. Una de ellas estaba embarazada de cuatro meses, quien murió instantáneamente junto a su amiga tras ser abandonadas en la vía pública.

En ese incidente el único detenido fue dejado en libertad por falta de pruebas y aún no es posible esclarecer el hecho que enlutó a dos familias antofagastinas.

penas

El robo de un vehículo motorizado en la vía pública impone una pena de presidio menor en su grado máximo, es decir, de tres años y un día a cinco años de presidio.

Si se suma la agravante de atropello con resultado de lesiones graves, se convierte en un cuasi delito de homicidio y la pena parte desde los cinco años y un día. Lo mismo si el resultado es de muerte, ya que en el atropello no hay dolo o intención, según la ley.

Con la entrada en vigencia de la "Ley Emilia", las penas se endurecieron en el caso de que la persona conduzca en estado de ebriedad. En los últimos hechos ocurridos en la ciudad, los delincuentes se fugaron, por lo que es imposible realizarles la alcoholemia.