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"Es especial y mágico cuando la gente me dice que mi canto les llegó al alma"

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Desde pequeña tuvo afición por la música, el canto y las artes. Soñaba con cantar como las grandes artistas que son largamente aplaudidas en cualquier escenario.

Viviana Bravo Arozamena es una antofagastina que ha logrado brillar con luces propias, que se ha esforzado para lograr sus objetivos.

Como muestra un botón. En el pasado Concierto de Navidad cantó junto al tenor Tito Beltrán, demostrando toda su calidad y talento musical.

¿Dónde naciste y cómo recuerdas tu infancia?

-Nací en Antofagasta y soy la tercera de una familia con cuatro hijos. Mi padre era un hombre que sin muchos estudios y gracias a su empuje, tesón y personalidad lograba sacar la familia adelante, junto a una gran mujer, como lo es mi madre, que siendo egresada de la Escuela Técnica y dada su condición de excelente alumna, logró la oportunidad de dar clases en el mismo establecimiento, lo que con los años se hizo su profesión.

Durante ese proceso mi padre enfermó gravemente y a los seis meses falleció, fue una época muy dura, en la cual nuestra madre nos demostró que con esfuerzo y espíritu de superación se logran los objetivos en la vida.

¿Cómo recuerdas tu época estudiantil?

-Mi enseñanza básica la terminé en la Escuela de Desarrollo Artístico (EDA), donde ingresé a la especialidad de ballet, que me duró muy poco, porque era tan rígido el sistema y tan repetitivo para alcanzar la calidad que se debe, que me aburrió y me retiré.

Luego entré a la especialidad de folclor, donde aprendí algunas cosas de canto, pero no era lo que yo quería.

Yo sabía que me gustaba cantar, pero en realidad hasta ese entonces no era lo más destacado en mí.

¿Cómo nació tu afición por la música, el canto, lo artístico?

-Bueno, surgió por la escuela, en la EDA. Era requisito seguir alguna especialidad artística y aunque ninguna llenaba mis expectativas, sabía que lo artístico era lo mío.

En mi curso tenía una compañera que era soprano, cuando la escuché cantar casi me morí de la impresión. Cantaba hermoso y tenía 10 años, mi gran amiga Tatiana Zegers Mejías (Q.E.P.D.).

Por eso ingresé al Liceo de Niñas, tiempo en el cual el profesor Hernán Contreras se hizo cargo definitivamente del coro. Llamaron a audiciones para integrar el coro y me dejaron seleccionada.

Fue entonces cuando di rienda suelta a mis cuerdas vocales, pero sin educación.

¿Entonces ahí supiste que tu pasión era la música?

-Efectivamente. Empecé a ir a ensayos los sábado, y como yo quería aprender a cantar, aprendí súper rápido y eso me valió la oportunidad de ser la solista del coro durante los cuatro años de enseñanza media.

Luego entré a la Universidad donde también estuve un par de años, después intenté fallidamente retomar mi canto en varios coros de la ciudad, como el coro de la U. de Antofagasta, el Coro Jadran, Coro del Teatro, Coro de exalumnas del Liceo de Niñas de Antofagasta", pero no lograba hacerme el tiempo necesario para ello.

Estudios

¿Pasaste por períodos de bastante disciplina?

-No, la verdad es que no, de hecho hasta hoy no sé mucha música, leo casi por instinto, por los años dedicados a esto. Pero espero aprender muchísimo, porque desde el 2014 estoy becada en la Escuela de Música del Teatro Municipal. Y es ahora cuando deberé disciplinarme y estudiar.

Es muy divertido eso que te inviten a lugares y siempre te dicen te apuesto a que no irás porque tienes ensayo, ésa es la frase típica de quien realiza una actividad artística.

¿Quiénes integran tu grupo familiar? ¿Tienes hijos?

-Vivo con mi marido y mi hija menor, mis dos hijos mayores son independientes.

Estoy con mis suegros, que son de la tercera edad. Mi suegro está postrado y tiene 90 años y mi suegra está afectada de Alzheimer a sus 87 años.

Ambos se encuentran bajo mi cuidado y están bien de salud, dentro de lo que se puede, para su edad tan avanzada.

Concierto

¿Cantar con figuras como Tito Beltrán te llena de orgullo?

-Me llena de orgullo, sobre todo porque yo canté de adolescente hasta los 19 años, pero me embaracé a los 18 años y fui madre soltera.

Dada las circunstancias dejé la universidad y estudié una carrera corta en el área del secretariado. Comencé a trabajar a los 20 años para mantener a mi hijo.

Fue entonces que dejé esto del canto, porque me dediqué a trabajar, aunque en varias oportunidades intenté retomar, las responsabilidades no permitían esto del canto.

Después me casé y mi vida familiar tampoco me dejaba tiempo. Pasaron los años hasta que logré retomar definitivamente el canto, en el Coro Jadran de Antofagasta, para no alejarme más.

Fue entonces que el profesor Contreras me propuso participar del Concierto de Navidad 2013 con un dúo junto a Gastón Soto.

Tomé tres meses de clases de canto en el Teatro Municipal, preparando eso y luego de tantos años alejada de las actividades corales, para mí fue un verdadero reto y algo muy mágico. Al año siguiente se presenta esta oportunidad de cantar junto al maestro Beltrán, estaba muy contenta, preocupada, ansiosa, con muchos sentimientos y sensaciones. Es especial y mágico cuando la gente me dice que mi canto les llegó al alma.

¿Cuáles son tus próximos desafíos? ¿Qué metas tienes?

-Continuar estudiando este año para seguir superando etapas y así profesionalizar cada día un poquito más esto que un día nació como un hobby y que hoy es lo que más amo hacer.

El 2014 en lo artístico fue un año redondito, estuve con bastantes presentaciones cantando, intervine como jurado en un programa de talentos de la TV regional y finalicé con la presentación en el Concierto de Navidad.