Trabajo contra la delincuencia
Los últimos resultados del Índice Paz Ciudadana-Gfk Adimark 2014 son muy preocupantes al menos por dos motivos. El aumento de la victimización y la pésima evaluación del trabajo de las autoridades en temas de seguridad pública, son tan llamativos como inquietantes.
Los números nos dicen que la capital regional es la segunda gran comuna del país más afectada por la delincuencia, con un 48,3% de los hogares "victimizados", es decir, familias donde uno o más miembros fueron afectados por algún tipo de ilícitos.
Pero por otro lado, el juicio de la ciudadanía con las autoridades es lapidario.
De acuerdo con la indagación, la alcaldesa Karen Rojo logra un 3,8, los jueces 2,8, el intendente Valentín Volta 3,6, los parlamentarios 2,5, los fiscales 3,1 y los defensores 3,3 (todas calificaciones de 1 a 7).
Sólo Carabineros, la PDI y Gendarmería aprueban en la evaluación de los antofagastinos, al registrar 4,7, 4,8 y 4,5, respectivamente.
Mala noticia para Antofagasta y un campanazo para las autoridades ligadas a combatir delitos.
Y en esto debe entenderse que estamos frente a un tema real, complejo y no un invento mediático. La sensación de temor es palpable en las calles, en el centro, en las poblaciones donde la gente vive encerrada entre rejas, observando cómo se pierden los espacios públicos.
Ciertamente el tema del delito y la sensación de temor es complejo. No se lidia con estos fenómenos simplemente con más carabineros en las calles, también con mejor educación, oportunidades y espacios públicos para el desarrollo personal y familiar.
La pregunta obvia es: ¿Cuándo comenzarán las autoridades a trabajar en conjunto en alguna cosa, en algún ámbito? A ratos es irritante la indolencia y mediocridad que campea sobre todo en el sector público, donde no existe preocupación real por la gente, más allá de saludos y regalos más cercanos al populismo.
Sería bueno que todos miraran sus indicadores y se inquietaran al menos un poco.
Tan mala imagen pública le hace mal al país y a la sociedad, cuestión que debiera provocar a nuestras autoridades.
A 50 años del agotamiento del recurso más preciado para la región y el país -el cobre-, ya estamos contrareloj para reinventarnos, cosa que hoy se ve difícil. Un Gobierno central que lo quiere todo para sí, con recursos para absorber a una creciente clase política dispuesta en todos los cargos públicos. Todo ello soportado en gran medida, no sólo por una reforma tributaria, sino que también y desde siempre, por los recursos aportados por nuestra zona. Así las cosas, y con la condición de región ocupada, jamás conquistada, es que sin la autonomía regional necesaria, nuestra ciudad, y en general, todas las ciudades del norte, jamás se verán con la justa retribución que se necesita.
Una economía regional abusada de manera tan brutal, requiere de una respuesta igualmente brutal, pero para ello se requiere una clara identidad local de nuestros habitantes… los nuevos y los de siempre; realidad que el poder central ha dificultado, identidad que difícilmente un trabajador "7x7" logrará poseer.
Contribuyendo de paso a colapsar todos los servicios públicos diseñados para una "población numéricamente mentirosa". Las calles y el hacerse sentir son, a la luz de los hechos, la ruta que parece más adecuada para levantar nuestra voz ciudadana.
Con la retención del 50% de los recursos, podríamos tener acceso a un mejor desarrollo cultural; a una educación adaptada a los requerimientos locales; a una salud que sea adecuada para atender las graves patologías emanadas del abuso contra los habitantes locales; a un mejor urbanismo, con calles y calzadas en buen estado y una mayor iluminación, la que contribuiría a la seguridad.
Poder con ellos optar a mejores universidades, que contribuyan al desarrollo de nuestra ciudad, que sean las organizaciones que guíen todo el proceso de formación de reales líderes locales, que alumbren el camino por el cual deberá transitar nuestra ciudad.
Y que no nos digan que no administramos bien los recursos que poseemos, porque con más de ellos, podríamos contratar a administradores de excelencia, ya que tampoco es correcto, con las urgentes necesidades a la vista, que no se ejecuten los escuálidos recursos que nos devuelve el centro.
Se escribió una columna hablando del salitre por parte del colaborador Quezada Carneyro. Decía al final de su nota: "Trabajando sin pérdida de tiempo por el aumento del comercio salitrero en España, Italia, Estados Unidos, se llegarán a obtener provechosos resultados para esta industria y el país".
Seis egresados del Instituto Pedagógico de Antofagasta y uno del Instituto Pedagógico de Santiago rindieron ayer su examen de grado completando los requisitos para ser profesor de Estado. Estos son: Vitalia Cantillanez, Iris Varas, Elena Zanabria, Juana E. Lay, Juan Gutiérrez, Hugo Covarrubias y Guillermo Arias.
"Recuperar la confianza de la gente ha sido lo más difícil durante este tiempo".
Delegada presidencial habla sobre la reconstrucción de Tocopilla
"Es preocupante la poca credibilidad y apoyo a la clase política".
Senador analizando la mala nota ciudadana a las autoridades
El seremi de Transportes, Enrique Viveros, informó que el municipio accedió a la solicitud del Ministerio en orden a no renovar la concesión de los estacionamientos de superficie en el centro, medida primordial para el plan de mejoramiento de la gestión del tránsito. La autoridad manifestó su beneplácito con la decisión municipal.
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