Los motivos de Bernardo Cienfuegos
Paul Auster por ahí declara "Los escritores somos seres heridos. Por eso creamos otra realidad", supongo que no se refiere al acto de evitar el conflicto o evadir enfrentarse a una adversidad o a un sendero tortuoso, utilizando eufemismos o cualquier argot a modo de ejercicio terapéutico en la escritura que entonces permita escapar, sino que por el contrario se refiere a que a pesar de desencajarse con algunos sucesos, sobre todo cuando surge la introspección y el análisis, y de la mano muchas veces de la desilusión, se determina transitar por otros lados, encarando una verdad con otra verdad, llevar a cabo un cuerpo a cuerpo.
En el libro "Por motivos ajenos", la primera publicación de microcuentos de Bernardo Cienfuegos, el autor confronta a través de relatos, en una especie de spin off de observaciones de algo que visualizó durante una jornada o en el pasado.
Además lleva a cabo un discurso y su impresión en temas como los orígenes del universo, un tanto disperso y divagante, pero reflexivo como ocurre en sus textos Cosmogónico y Alegorías de cangrejos.
Avanzando en la lectura, entra de plano en descripciones narrativas con ese sello necesario para el click característico de los microrrelatos, la conexión con una parte de Chile, los encuentros y desencuentros con el amor y los cuestionamientos.
Este escritor no por ser un etéreo y crítico en sus cavilaciones pierde la gracia, también utiliza la ironía, el humor oscuro, una que otra cachetada suave.
Bernardo Cienfuegos, autor emergente, considerando que en este país emergente puede ser un título arrastrado por décadas, no se jacta de los movimientos y los saltos que tuvo que llevar a cabo para olvidarse de las heridas de las que trae a comentario Auster, es más, reconoce la caminata lenta en la narrativa, en su lírica, en el asfalto duro y seco. Motivos propios le sobran, de los que no le pertenecen, se hace cargo y lo hace aunque sea lidiando con la realidad, esa otra realidad.