Croatas en Antofagasta
Nuestra ciudad la levantaron los inmigrantes, esa es una verdad más grande que las Ruinas de Huanchaca. Basta recordar que hace menos de un siglo y medio atrás, los propios chilenos llegamos a estas tierras en calidad de tal.
Cual teatro multicultural, a este "suelo de promesas" llegaron, siguen llegando y llegarán, qué duda cabe, un variopinto grupo de personas, de las más diferentes etnias, con la convicción de "labrarse en pleno desierto" (curiosa paradoja) el mejor de los destinos.
Entre esa rica diversidad, destaca la abundante llegada, en las primeras décadas del siglo XX, de los croatas. Ellos, mayoritariamente provenientes de la costa del mar Adriático, principalmente dálmatas de la isla de Brac, que pese a su lejano origen, idioma y costumbres tan distintas, supieron afincarse con inusitada fuerza en esta tierra salobre a punta de coraje y perseverancia, cambiando sus "opankes" (botas campesinas) por el "calamorro", la "slivovica" (aguardiente) por la "chicha", las "tripice" (guisado) por el "caldillo", sus "kolos" tradicionales (bailes) por nuestro "cachimbo" y sus "tamburaski zbor" (instrumento de cuerdas) por el "charango y la guitarra".
En su devenir han creado importantes organizaciones, entre las que destacan colegios, instituciones deportivas y culturales, compañías de bomberos e industrias que han dado trabajo a generaciones de antofagastinos.
Se han desempeñado en los más diversos campos del quehacer regional y nacional y muchos de ellos han sido, y son, actores claves de nuestro desarrollo, abarcando mundos tan diversos como la industria, el comercio, la educación, las artes, la política, la salud, el deporte y la ciencia, un caso notable, entre muchos, es el de José Goles Radnic autor de la conocida canción popular "El Pobre Pollo", quien presidiera hasta su muerte la Sociedad Chilena del derecho de Autor, SCD, y de su hijo, otro antofagastino que brilla con luz propia: Eric Goles Chacc, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1993.
Son los croatas referentes obligados de nuestra tierra, quienes nos legaron entre sus descendientes a dos grandes: Rendic y Papic.
Antonio Rendic, fue conocido popularmente como el "Apóstol de los pobres", por prestar atención gratuita a la gente de escasos recursos, recibiendo más de 40 personas diarias sin cobrar honorarios. Además, regalaba medicamentos e incluso dinero para el pasaje de vuelta a casa de sus pacientes (un ejemplo casi increíble en nuestros tiempos).
José Papic, dio lucha sin tregua contra el centralismo, convirtiéndose en líder indiscutido del Norte y de Antofagasta. Su figura sólida encarnó la fe y esperanza en justicia para una región que tanto aporta al erario nacional. No ambicionó cargos políticos ni de ningún tipo. Solo tuvo como norte su Norte amado, logrando aglutinar a las fuerzas vivas regionales. Su generosidad caló muy hondo.
La lista es larga, en el campo de la educación los apellidos Franulic, Tomicic, Kartulovic, Milicic, Martinovic, por nombrar algunos… en la arena política Tomic, Zujovic, Miric, Boric, entre muchos; en medicina, Kusmicic, Glasinovic, Marinov, Rendic, etc. en el deporte: Garafulic, Obilinovic, Restovic, Eterovic, Zlatar, Vladilo, etc. en la industria y el comercio es aun más extensa la lista, entre los que, por cierto, destacan apellidos como: Luksic, Korlaet, Petricio, Razmilic, Martinic, Ljuvetic y Simunovic.
En el campo de las artes y las comunicaciones figuran los Skarmeta, Vodánovic, Zuitanic y tantos más. Aprovecho de destacar a los Zlatar y Zuanic. El propio doctor Rendic mantuvo viva la llama de la poesía en su otro yo llamado "Ivo Serge". Hasta entre los cultores de folclor nortino aparecen apellidos croatas, como mis amigos Zuljevic.
En definitiva todo aquello no hace otra cosa que confirmar que nuestra compleja identidad es dinámica y se modela con el aporte de culturas provenientes de las más diversas latitudes, configurando la rica mezcla que hoy nos define.
Aprovecho, con este sencillo escrito, de brindarle un homenaje a mi recientemente desaparecido suegro, Hugo Vilicic, que en herencia nos lego el apellido croata que mi esposa Dániza y mis hijos llevan.