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"El sentir ciudadano es justificado, existe la desigualdad e injusticia"

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Dueña de firmes convicciones, comprometida con la gente, trabajólica, quiere luchar contra la desigualdad. Le gusta trabajar en equipo, y desde pequeña soñó con ser un aporte para la sociedad, para el más desvalido.

Esa es la mejor descripción que puede calificar a la seremi de Justicia, Alejandra Pozo Cortez, una antofagastina apasionada de su trabajo, que confiesa le faltan horas para hacer todo lo que tiene proyectado. Su fuerte es el contacto con la gente, característica que heredó de su madre.

Su adoración es su hija Fernanda y está casada con Jaime Bravo. Es una mujer cuya vida es un ejemplo de esfuerzo y tenacidad a toda prueba.

¿Tu infancia fue un tiempo de contrastes?

-Soy antofagastina y me crié en la población Libertad. Estudié en la Escuela E-80 y mi enseñanza media la realicé en el Colegio San José, donde obtuve una beca.

Recuerdo mi infancia con mucha felicidad, con cosas lindas, con juegos, pero a la vez maduré prontamente porque mi familia estuvo comprometida con el tema político. Mi madre fue una dirigente vecinal en tiempos de dictadura.

Enfrentamos la pobreza, por lo tanto, pese a que mi infancia fue muy linda, viví también la pobreza, la realidad que había en el país. Eso me marcó hasta el día de hoy.

Camino

¿Desde pequeña tenías claro cuál sería tu camino, tus objetivos?

-Siempre supe que la educación iba a ser mi arma de batalla. Fui una muy buena estudiante la enseñanza básica. Gracias a eso en la enseñanza media obtuve una beca.

Posteriormente estudié Derecho en la Universidad de Antofagasta. Escogí Derecho porque sabía que era una profesión que me iba a permitir desempeñarme en cualquier ámbito social.

Siempre estuvo dentro de mi vocación el dedicarme a ayudar. Sabía que los conocimientos eran una herramienta para hacer lo que yo quisiera.

¿Pero también destacaste por su veta artística?

-Cuando entré a la universidad afloró mi veta artística. Estuve en la Compañía de Teatro Pedro de la Barra.

Trabajé en obras como la "Reina Isabel Cantaba Rancheras", en "Fatamorgana de amor con Banda de Música".

No fue fácil, porque todo requería disciplina, cosa que aprendí en el teatro.

¿Cuáles fueron tus primeros desafíos profesionales?

-Cuando terminé mis estudios de Derecho partí a Calama y allí se abrieron las puertas a muchas posibilidades.

Estudié un Magíster en Derechos de Negocios (MBL) en la Universidad Adolfo Ibáñez. Esos estudios fueron financiados íntegramente por mí y durante dos años, volaba a Santiago todos los lunes para regresar el martes. Me gradué con distinción, con el mejor promedio de clases. Fue harto esfuerzo pero logré mi objetivo.

¿También exploraste en el área de la docencia?

-Después de haberme graduado del magíster hice clases en la Universidad Arturo Prat. Luego me integré a la Universidad de Antofagasta y me dediqué a enseñar Economía y Derecho.

Fui directora de la Escuela de Derecho de la Universidad del Mar. En ese tiempo hicimos un trabajo muy interesante junto con el poder judicial, en relación a la educación cívica.

Seremi

¿Cómo llegó tu ingreso al servicio público?

-Yo no milito en ningún partido, pero pensé en la opción de trabajar para representar la voz ciudadana.

Tuve la oportunidad de llegar a la seremi de Justicia debido a mi nexo con el mundo ciudadano y la experticia en temas jurídicos.

Desde que asumí en la seremía he sentido que no estoy sola. Siempre que estoy en el sillón frente al computador, siento que estoy representando a la gente, que tengo una gran responsabilidad.

¿Estás trabajando en diversos proyectos emblemáticos?

-Estamos trabajando fuertemente en diversos proyectos como el de la cárcel de Calama, que es una demanda de años.

El 2014 logramos obtener el proyecto para la construcción y ya se está evaluando el terreno, la ingeniería, la mecánica de suelo para poder construir la cárcel.

También dimos el vamos al Tribunal de Mejillones. Ahora eso está para proyecto, al igual que dotar de notarías a San Pedro de Atacama, Sierra Gorda y Mejillones.

¿Cómo responde a las críticas que la ciudadanía hace a la justicia?

-Los poderes del Estado son independientes. A nosotros y tal como lo dijo el ministro, respecto del caso Larraín, pueden agradarnos o no agradarnos los fallos, pero no podemos pronunciarnos respecto a lo que resuelven los tribunales.

Yo creo que el sentir ciudadano es justificado, existe la desigualdad y existe la injusticia social, sería mentirosa si lo negara, por lo mismo, creo que la única herramienta que me ha sacado a flote y me ha transformado en una mujer íntegra y feliz, ha sido la educación.

Causa mucho dolor -por ejemplo-, el caso de Mateo, el niño asesinado en Calama, pero antes nadie intervino para denunciar los maltratos. Ahí falló el control social. Si alguien se hubiera comprometido con el tema, posiblemente el niño estaría vivo. Hay que actuar y no lamentar.

Un niño fue el primer bebé que nació en Hospital Regional el 2015

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Un varón fue el primer bebé que nació en el Hospital Regional y que llegó en medio de las celebraciones de Año Nuevo. Jacobs Jesús nació a las 01.48 horas de ayer, y pesó 3 kilos 830 gramos y midió 53 centímetros.

Su feliz mamá Yerica Urrutia de 20 años dijo estar feliz tras el parto que se realizó mediante cesárea.

Tanto el pequeño como su madre se encuentran en perfecto estado de salud.

Ella ingresó al hospital el 31 de diciembre, y después de varias horas de espera, finalmente pudo abrazar a su pequeño.

A las 12.35 horas, en el mismo recinto asistencial se produjo otro parto, pero que tuvo como protagonista a una niña que se llamará Valentina.

La enfermera de turno en la sala de parto, Marianela Escobar, dijo que el segundo fue un parto normal. Valentina pesó 3 kilos 260 gramos y midió 49 centímetros. La pequeña y su madre Leyvi Mosquera están en recuperación, acompañadas por el orgulloso padre.

En tanto, en la Clínica Cumbres, ubicada en calle San Martín, nació Maite, una bebita que llegó al mundo a las 9 horas, y que pesó 3 kilos 740 gramos y midió 51 centímetros.

Tanto ella como su madre Karina Villalobos están en buen estado de salud en el recinto médico.