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Expertos inquietos por "éxodo" de mejores puntajes en la PSU

universidades. Culpan al sistema de ránking y al desequilibrio en la entrega de los recursos por la falta de interés de los alumnos por quedarse.
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Apenas recibieron la notificación, los cuatro estudiantes antofagastinos que lograron puntajes nacionales en la PSU, tres de colegios particulares y uno de subvencionado, anunciaban que continuarían sus estudios en Santiago y Viña del Mar.

Javier Herrera y Nicolás Echeverría, del colegio San Esteban, junto a Sebastián Nash, del Antonio Rendic, y Tomás Cortés, del Colegio San Agustín, darán prioridad al mayor "prestigio" de las universidades de la zona central por sobre los planteles locales.

Y ni siquiera las molestias que conlleva el tener que trasladarse a otra ciudad los hizo reconsiderar esta decisión.

Herrera y Echeverría desean ingresar a la Universidad Técnica Federico Santa María, en Viña del Mar, mientras que Nash y Cortés postularán a la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Chile.

RÁNKING

El doctor en Educación y académico de la Universidad Católica del Norte, Pablo Camus, dijo que la decisión obedece en parte al ránking con que se evalúa a la educación superior.

"Este sistema que propició la competitividad, nació en la década de los 80 con la dictadura. Con el tiempo, aquellas universidades que lograron posicionarse en la cima del ránking son las que atraen a los mejores alumnos", explicó.

El académico sumó a ello un segundo elemento, que tiene que ver con la predisposición que muchos antofagastinos tienen ante la idea de irse en algún momento.

"Lamentablemente pasa por una cuestión de calidad de vida. Basta ver el retorno de personas en edad de jubilación a ciudades como La Serena. Es un tema sociológico que debe ser estudiado para responder las preguntas de por qué la gente se va a otras regiones", expresó el doctor.

Sobre si las universidades locales pueden hacer algo para revertir este escenario, Camus puntualizó que es una tarea difícil. Más si se habla de carreras ligadas a la ingeniería, donde Santiago saca una gran ventaja a las regiones, por los recursos que manejan sus universidades y los profesionales que reclutan.

Centralismo

Para el sociólogo Daniel Carrasco, el hecho que seamos un país centralista, provoca que los jóvenes tengan mayores expectativas de especialización y generación de redes profesionales en Santiago.

"Existe una relación directa entre el lugar de estudio y la trayectoria profesional, por lo que optar por una universidad con mayor prestigio ofrece no sólo buena formación, sino también una mejor inserción futura en el mercado de trabajo", detalló.

Para revertir esto, Carrasco cree que es necesario potenciar la formación académica con políticas públicas que estimulen el conocimiento local, junto con ampliar una oferta educativa concentrada.

El rector de la Universidad de Antofagasta, Luis Alberto Loyola, piensa que los alumnos deben tomar en cuenta otros aspectos al momento de elegir una carrera y no sólo mirar el prestigio o tradición de las universidades.

"También deben ponderar la orientación de la carrera, sobre todo si más tarde desean trabajar en esta región, pues el ideal es que nuestra gente trabaje aquí, ya que es muy difícil atraer profesionales de buen nivel", argumentó.

Loyola apuntó también al arraigo que deben tener los alumnos con la región y lo vital que esto resulta para el desarrollo local.

Para el rector de la Universidad de Antofagasta esta zona crecerá en la medida que tenga profesionales más capacitados ejerciendo sus especialidades en los distintos campos.