Profesor podría perder su ojo tras agresión de alumno
violencia. Estudiante de 15 años golpeó a docente con una silla. El hecho ocurrió en el Colegio Mi Hijo 2.
Un profesor de 27 años está a punto de perder su ojo luego de que un alumno lo golpeara con una silla en el Colegio Mi Hijo 2, ubicada en el sector norte de Antofagasta.
El hecho fue dado a conocer por el propio docente afectado, Rodrigo Pérez, quien comentó al sitio web Soyantofagasta.cl que la agresión ocurrió en la sala de computación del establecimiento, luego que éste le quitará el celular al estudiante de aproximadamente 15 años y le manifestara que se lo devolvería al finalizar la clase.
"Le quité el celular igual que a otros dos compañeros, le dije que al final de la clase se lo devolvería y seguí realizando el trabajo. Él apagó el computador, por lo que le pedí que se quedara a conversar conmigo cuando terminara la clase".
Fue en ese momento cuando el escolar exigió al profesor que le entregara el teléfono, pero éste le repitió que se quedara para conversar. En este instante el menor comenzó a forcejear con el docente, quien lo tomó para que no siguiera dándole manotazos.
Le dije: "estoy tratando de conversar contigo, nada más, pero es un niño que tiene harta fuerza…". Según Pérez, tras este acto el adolescente en un arrebato tomó una silla del lugar y lo golpeó en el rostro, dejando su ojo gravemente herido.
"Tuve una explosión ocular y eso es lo peor que te puede pasar en un ojo, perdí el cristalino, tuve un desprendimiento de retina, y en este momento no tengo visión, además tengo una hipotonía ocular (disminución de la tensión intraocular), lo único que puedo hacer es esperar a que el ojo se recupere para tener una segunda intervención, si es que se puede hacer", aseguró.
En cuanto a las medidas tomadas por el establecimiento, el docente afirmó que se encuentra al margen y en desconocimiento de toda la situación, ya que al momento de la agresión fue trasladado a la Mutual de Seguridad y posteriormente a Santiago, donde permanece hospitalizado.
"Lo único que supe fue que el colegio se contactó con el apoderado del alumno para que éste tomara conocimiento de lo que había sucedido, pero nada más", afirmó.
Respecto a la posibilidad de una denuncia por lo ocurrido, Pérez manifestó que no iniciará ningún tipo de acción legal en contra del adolescente.
"No tengo ninguna intención en demandarlo, denunciarlo o que lo tomen preso, porque no voy a sacar nada con eso y tampoco va a ser producente para él. Yo prefiero que reciba un tratamiento psiquiátrico, ya que la situación de esta persona no va mejorar llevándolo a un hogar de menores o a la cárcel. Prefiero apelar a que tenga un tratamiento adecuado", detalló.
Desde el establecimiento particular subvencionado no se refirieron al tema, puesto que la única persona indicada para entregar declaraciones es el encargado de comunicaciones del recinto que se encuentra realizando una capacitación. Por ello, aclararon que hoy entregarían la versión oficial del colegio.
Superintendencia
Frente a esta agresión la Superintendencia de Educación declaró que no han recibido denuncia presencial o vía web de este caso. Sin embargo, ya enterados de la situación solicitarán un informe al establecimiento educacional para conocer las medidas tomadas luego de este hecho.
En tanto, el director regional de la Superintendencia de Educación, Víctor Alvarado, dijo que ante una situación de maltrato físico y/o psicológico de un alumno a un profesor y/o asistente de la educación, este tipo de situaciones deben ser contempladas en el Reglamento Interno de Convivencia del establecimiento, definiendo procedimientos y sanciones de acuerdo a la gravedad de la falta. Es importante no evaluar en forma aislada el hecho, indagando en el contexto y los motivos que llevaron al estudiante a agredir a un docente o asistente de la educación.
Es recomendable utilizar procedimientos de resolución pacífica de conflictos, que permitan aclarar y mejorar la situación, y no sólo sancionar al alumno.
Asimismo, el organismo manifestó que rechaza todo tipo de acciones que atenten hacia la integridad física y mental de los integrantes de las comunidades escolares.
La autoridad también dijo que en caso de agresiones de apoderados hacia un docente o asistente de la educación, la Ley General de Educación establece que los padres y apoderados son miembros de la comunidad educativa, y deben compartir y respetar el proyecto educativo institucional y el reglamento interno del colegio.
Además deben apoyar el proceso educativo de sus hijos y brindar un trato respetuoso a los demás integrantes de la comunidad educativa (alumnos, padres y apoderados, equipos directivos, profesores, asistentes de la educación y sostenedores).
"En el caso que un apoderado maltrate a un profesor, asistente de la educación o a un directivo, el establecimiento debe actuar en el marco de lo establecido en su Reglamento Interno de Convivencia para este tipo de casos", detalló.