Para ser honesto, me había olvidado. Leí "Explora Conicyt" y se me encendió la ampolleta… Me acordé de ese alambrito multicolor que todo lo arreglaba. Delgadito, maleable, reparaba los tapones, mejoraba una conexión, apretaba una varilla, engarzaba una pieza, consolidaba una tuerca, sellaba una válvula, presionaba un perno. Era como el "Mejoral", porque servía para todo.
Provenía desde la pampa salitrera. Era el alambre que hacía posible las tronaduras mediante un detonador eléctrico, desplazando definitivamente el encendido de mechas, fulminantes y otros añejos procedimientos para romper la pampa.
La aparición de nuevos elementos en la gran minería sentenció su desaparición. Pero ha quedado en la memoria de nosotros, los mayores, porque nos fue útil para todo. Debe haber sido el famoso alambre "explora" el que fomentó las reparaciones "a la chilena", porque todo se reparaba con un alambrito. De no haber sido por el famoso "explora", las viejas "Citronetas" no habrían recibido el apelativo de "El milagro francés". Fue el alambre "explora", excedente de la explotación salitrera, el que prolongó la vida útil de las "citrolas", resolviendo los inesperados problemas de aquellos vehículos.
El famoso alambre "explora" dio origen también a una especial artesanía, ya que hombres y mujeres de la pampa poseían también habilidades manuales. Tiestos, canastos, chaucheras multicolores, porque el revestimiento plástico del alambre "explora" era multicolor. Miniaturas, animalitos y lo más común: las correas: Se hacían sobre una tabla del mismo largo de la cintura del usuario, trenzando el alambre de tal manera, que los colores generaban un entretenido mosaico.
¿Resultado? Una bella y novedosa correa, que afirmaba los pantalones del pampino. Y que duraba hasta que no hubiera que reparar algún desperfecto.
Explorando recuerdos sueltos, logré amarrarlos para hacer esta nota, empleando para ello el útil y ya olvidado alambre "explora".