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"Soy una agradecida de Antofagasta, me llevaré a toda su gente en el corazón"

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Paula Baltra Torres es una mujer comprometida con lo que hace, sincera, eficiente, amante de su familia, y se siente muy agradecida de Antofagasta y de toda su gente.

Líder y gestora quiso agradecer la oportunidad que tuvo de ser acogida por casi dos décadas en la ciudad. Debe partir por compromisos laborales de su esposo, pero se lleva a Antofagasta en el corazón.

¿Cómo fue tu niñez, qué recuerdos tienes?

-Nací en Santiago, y me crié en La Florida. Provengo de una familia conformada por mis padres y dos hermanos menores. Recuerdo mi niñez como un tiempo muy cálido, muy feliz, estando en el colegio. Tengo memoria de una vida de barrio, de jugar con los vecinos.

Estando en el colegio siempre fui muy participativa. Me integraba a las directivas de curso. Siempre me caractericé por estar organizando cosas.

¿Cómo surgió la idea de integrarte al servicio público, hacer gestión?

-El hecho de trabajar con otros me guió en mi futuro. Cuando salí de cuarto medio me fui a estudiar a la Universidad de Tarapacá (Arica), la carrera de Obstetricia y Puericultura. Estudié un año pero la verdad me di cuenta que no era mi área, decidí volver a Santiago. Me preparé de nuevo y entré a sicología en la Universidad Central de Santiago.

¿Cuál fue tu primer desafío laboral y dónde?

-Después de titularme estuve trabajando un año en Santiago y después nos trasladamos con mi familia a Coyhaique. Partimos al sur y estuvimos dos años. De hecho mi hija Renata nació allá.

Estando en Coyhaique entré a trabajar en el Servicio Nacional de Menores. Trabajé en dos áreas específicas. Una de ellas era capacitación y proyectos, y la otra era trabajar con los jóvenes infractores de ley.

Luego nos vinimos a Antofagasta.

¿Qué balance haces de tu permanencia en Antofagasta?

-Era 1997 y comencé a trabajar en el ex Surgam. Se estaba gestando ese proyecto y trabajé en el desarrollo del proyecto de intervención.

Teníamos que ver cuál era el enfoque, la intervención sicosocial, educacional, etc.

Después de ese proyecto se me encomendó realizar el proceso de reclutamiento y selección de todo el personal del centro. Postulé al cargo de jefe técnico del centro.

Posteriormente se invitaron a asumir el desafío de dirigir el Conace (actual Senda). Ahí me incorporé como coordinadora regional, y trabajé durante cuatro años estableciendo todas las coordinaciones en la región.

¿Luego vino tu paso por el mundo gubernamental?

-Efectivamente empecé a trabajar más vinculada con el gobierno regional, a ser parte del gabinete regional. Terminando ese período me llamaron a ser directora regional del Sernam. Estuve el primer año de gobierno de la Presidenta Bachelet, porque paralelamente era la seremi de Gobierno subrogante. Luego me solicitaron ser titular en ese cargo.

Al haber cambio de intendente por la llegada de otra coalición política, estuve un tiempo retomando las cosas familiares que las tenía un poco de lado.

¿Cómo se produjo tu llegada a la Fundación Ruinas de Huanchaca?

-En agosto del 2010 llegué a la Fundación Ruinas de Huanchaca, tras una invitación que me hicieron los miembros del directorio. La idea era hacer gestión, ver crecer este proyecto, para transformar este lugar que había sido inaugurado en mayo de ese mismo año.

Aquí he estado y contenta de haber asumido este desafío. De haber potenciado y posicionado a la Fundación Ruinas de Huanchaca en el estándar que se encuentra actualmente.

Acabamos de inaugurar una nueva muestra de la historia del salitre.

Partida

¿Pero tienes sentimientos encontrados al tener que partir de la ciudad?

-Por situación laboral de mi esposo debemos partir de la ciudad. Para mí particularmente esto no ha sido un proceso fácil. Quiero mucho a Antofagasta. Son 18 años ya, mi vida está desarrollada acá.

Pero mi familia es muy importante, son mis valores. Hay que mirar la vida con el sentido de oportunidad. Pero quiero seguir aportando desde Santiago para Antofagasta, mi ciudad. Yo quiero mucho a Antofagasta y más que mirarla con una posición crítica, la he mirado desde el aporte. En los espacios en que he estado, he tratado de dar lo mejor de mí para que la ciudad crezca, para que se vaya desarrollando y lo he hecho con mucho compromiso y apego.