El "10" clásico
Hola, amigos! Les cuento que mis padres siempre me repetían la frase "Aprende a escuchar" . Con el tiempo he comprobado la magnitud y la esencia de esa cita.
¿Cuántos problemas se evitarían si antes de mover la lengua, se pusiera en funcionamiento el oído?
Y pasa en todos los ámbitos, en el público, en el político y, por supuesto, en lo deportivo, que es lo que a nosotros nos interesa.
Desde hace un tiempo a la fecha, hablando de los sistemas de juego, los entrenadores, los comentaristas y todos los que se creen "especialistas" en fútbol, se han enfrascado en la discusión del "10" clásico.
Se refieren a aquel jugador que, por sus condiciones técnicas, de inteligencia o de liderazgo, es el que lleva las "riendas" del equipo.
Ahí nace la discusión.
¡No! En el "fútbol moderno" no se necesita ese tipo de jugador porque todos deben jugar igual.
¿Fútbol moderno?
La primera vez que lo leí fue en la revista "Estadio", ¡hace más de cincuenta años! Y no es chiste.
Qué el fútbol ha evolucionado es cierto, pero nunca tanto como para cambiar su alma, su espíritu.
Siempre el jugador que se necesita en el equipo (sea el técnico que sea), es aquél capaz de desequilibrar con una jugada inesperada, aquel que saca partido a una situación de juego imprevista.
Ahora le llaman el "jugador distinto". No en vano, de los 20 mejores jugadores de la historia del fútbol nueve jugaban en esa posición.
Por nombrar algunos: Pus-kas, Platini, Zidane, Maradona, Zico, Pelé y Cruyff, quien era el "10" de la famosa "Naranja Mecánica", la selección de Holanda creadora del "Fútbol Total".
Entonces por más que muchos no lo quieran escuchar, el famoso "10 clásico" seguirá presente en todos los buenos equipos.
Si resulta que ahora hasta Sampaoli necesita a Valdivia y los mismos comentaristas que antes negaban al "10", de nuevo lo piden a viva voz.
Será hasta la próxima.
¡Dios mediante!