Demandas del profesorado
Ayer, nuevamente, los docentes antofagastinos aglutinados en el movimiento "Profesores indignados", volvieron a rechazar la propuesta de acuerdo que la semana alcanzaron Jaime Gajardo, del Colegio de Profesores y el gobierno.
A no dudar, los maestros exigen algo de toda justicia. El magisterio nacional está enfrentado hace años a un deterioro de su labor, situación que no ha sido ni calibrada, ni solucionada a cabalidad por los distintos gobiernos.
Demandas como la mejora de sueldos, rebaja de tiempos en el trabajo (por la enorme carga que deben seguir desarrollando en casa) y otras son serias y atendibles; más aún, son fundamentales para el desarrollo de los menores y jóvenes del país.
No cabe duda que la demanda de calidad en la educación cruza a toda la sociedad; esa es la manera de equiparar la cancha y para ello, los profesores son protagonistas centrales.
Debe recordarse que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) publicó una nueva versión de su reporte "Education at a Glance", el cual arrojó que los docentes en Chile reciben las menores remuneraciones dentro de los países miembros, un 39% menos que sus pares.
En la misma línea, mientras el sueldo promedio Ocde es de US$42.861 al año para profesores de enseñanza media, en Chile reciben US$26.195. El país sólo se ubica por encima de Israel (US$25.634) y Polonia (US$23.688). En tanto, los sueldos de los docentes son ampliamente superados por países como Alemania, Países Bajos y Bélgica, que cuentan con salarios por sobre los US$60 mil.
A esto se suman otros aspectos igualmente complejos. La cantidad de horas de clases de los profesores en Chile es una de las más altas. Mientras el promedio Ocde es de 600 horas anuales, en el país lo hacen por más de mil horas al año.
¿Puede decirse que los profesores son el problema? Es de toda lógica que en estas condiciones rendir como lo exige la sociedad no es posible. Ciertamente se debe sacar los malos elementos, pero por sobre todo poner a los docentes en el sitial que se merecen.