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Volta enfrenta su momento más complejo en la Intendencia

Política. Intendente suma cuestionamientos al interior de la coalición y el gobierno. Al tiempo, aseguran que prepara fuertes cambios en su equipo.
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Ainicios de esta semana el intendente Valentín Volta sufrió un problema de salud que lo obligó a salir en ambulancia desde el aeropuerto Andrés Sabella Gálvez.

Aunque se trató de un tema menor, sus más cercanos creen que el exigente ritmo de trabajo que se ha impuesto el jefe regional es una de las principales causas de lo ocurrido.

El abogado nacido en la salitrera Flor de Chile de Taltal cumple ocho meses en el edificio de calle Prat y bien puede decirse que su estancia no pasa por su momento más feliz.

Contaminación

Definitivamente el tema de salud, no es lo más complejo en el presente del falangista. Volta quedó con la imagen dañada tras las críticas del Colegio Médico, por el caso de la contaminación y también con el gobierno central que lo silenció por largos días, después de conocido el informe del ISP.

Ello trajo consigo una serie de temores respecto al rol que jugaría el gobierno en la resolución del tema. El que generó mayor ruido fue que no se comentaría ni haría nada en relación con los procesos de remediación que comenzaron a exigirse tras los análisis.

Volta recién hablo del asunto nueve días después de conocido el informe que confirmaba la presencia de metales pesados en distintos puntos, pero especialmente en el Puerto.

Al respecto, desde las empresas Volta también es cuestionado por su poco interés en dialogar.

Es conocido que la idea de Volta es empujar la salida de Sierra Gorda SCM de Antofagasta, es decir, que la compañía proponga una fecha específica y cercana en el tiempo para terminar con sus embarques desde ATI.

Eso implicaría un severo golpe, prácticamente mortal para la concesionaria, que tiene en ese negocio su único contrato. Fuentes de la empresa sostienen que el objetivo de Volta implicará a lo menos dos cosas: la quiebra de ATI y dejar a la región con un único operador portuario en Mejillones con los riesgos que eso implica.

colaboradores

A lo anterior se suman los crecientes cuestionamientos de su coalición y el gobierno. El más repetido dice relación con la mala elección de sus colaboradores y seremis, varios de los cuales no han estado a la altura esperada, razonamiento que comparte el propio Volta.

El intendente descansa en dos de sus asesores cercanos: Pablo Palza y Marcos Soza, ambos DC, pero no ha conseguido tejer más redes hacia otras colectividades.

Quizás uno de los asuntos más críticos es que hasta hoy existe una agenda comunicacional clara, aspecto que recae en carteras específicas y también en Volta, el líder del ejecutivo. A su favor juega que a nivel nacional las cosas tampoco andan mejor.

Educación es un caso sintomático, se cita.

No obstante, la autoridad no ha logrado posicionar muchos temas y eso ha sido mal apreciado por Interior. El ministro Rodrigo Peñailillo y el subsecretario Mahmud Aleuy, han analizado su caso cada vez con mayor detención.

Allí su relación con los partidos es otro tema. Hubo un quiebre con parte del PS luego de la salida del gobernador Hernan Vargas Canivilo y de Andrea Merino, como una de sus asesoras.

PS-PRSD

Vargas está hoy trabajando para ser presidente regional de la colectividad e indudablemente eso marcará un antes y un después para el Gore en caso de lograr el objetivo.

Con los radicales la situación es aún más compleja. Al nulo vínculo con la diputada Marcela Hernando -con quien mantiene desconfianzas absolutas- se sumó la dura crítica a su manejo político por parte del diputado Marcos Espinosa.

Ni siquiera de la oposición se ha emitido un emplazamiento de ese calado.

La DC, en tanto, parece dividida. Volta no tiene redes profundas a nivel local y más aun, el jefe regional tiene aquí a sus detractores más rudos, varios con buena llegada a nivel nacional.