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Profesores continúan paro indefinido a la espera de diálogo

gremio. Asamblea nacional decidirá los pasos a seguir los próximos días.
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Rechazaron una propuesta de la CMDS, por lo que los 1.300 profesores que desde mitad de semana están en un paro indefinido, explicaron que continuarán con la movilización que tiene a cerca de 15 mil alumnos sin clases en Antofagasta.

Se trata del conflicto que comenzó cuando los docentes tuvieron desacuerdos en varios puntos de la "agenda corta", que el gremio negocia con las autoridades ministeriales. Un acuerdo de la directiva, que no fue informado a las bases, fue el factor que gatilló la movilización en Antofagasta.

El vocero de "Profesores indignados", Óscar Antivilo, sostuvo que el diálogo continúa con la corporación, sin embargo, en la reunión de ayer decidieron rechazar su propuesta para regresar a clases sin sanciones.

directrices

"Ahora nos vamos a orientar al petitorio del Colegio de Profesores, que mañana (hoy) tiene asamblea con los presidentes regionales, debido a que se rompió la mesa de diálogo con el gobierno, habrá nuevas directrices a nivel nacional", manifestó el vocero.

Agregó que el lunes habrá una nueva mesa de diálogo con su sostenedor, por lo que el paro continúa de manera indefinida. Incluso realizaron ayer una reunión regional, en la que participaron los llamados "profesores indignados".

La idea, precisó Antivilo, es encontrar en ellos el respaldo que no tienen del presidente regional comunal. En el movimiento participan 1.300 docentes, que pertenecen a unas 40 unidades educativas solo de Antofagasta.

agenda

El desencuentro que gatilló el paro nació a raíz de la "agenda corta" de demandas que negocian. El primer punto de esta lista son los contratos a plazo fijo, sistema que los profesores desean cambiar a indefinido.

El segundo punto es sobre el bono de retiro para quienes jubilan, que quedó en $21 millones 500 mil. Estos dos puntos fueron negociados con el gobierno, lo que generó la molestia de las bases.

También desean "descongelar" las remuneraciones, que según el vocero, hace años no tiene un reajuste. A esto suman la sobrecarga laboral, ya que la función hoy contempla una serie de labores administrativas que perjudican el trabajo en el aula. Pero el quinto punto y más conflicto, es la deuda histórica, ya que según su postura, no es reconocida por el gobierno.

Los campamentos aumentaron de 17 a 21 en menos de un año

poblaciones. Tomas de terrenos por parte de inmigrantes en el sector norte alto gatilla

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Carlos Aguilera tiene dos hijos en la universidad, uno de ellos estudia Medicina en La Serena, mientras que Jazmín Rocío Moreno llegó hace tres años de Cali, Colombia. Aunque sus historias son muy diferentes, en Antofagasta alcanzaron un punto en común, ambos tuvieron que recurrir a tomas de terreno porque ya no pueden pagar por un arriendo en la ciudad.

Sus testimonios representan solo una parte de las cientos de familias que actualmente viven en cuatro campamentos ubicados sobre la Población Balmaceda, en el sector norte alto de la comuna, donde se mezclan incipientes comités, con algunos que llevan años emplazados en el mismo lugar.

Carlos es un electricista oriundo de Valparaíso y vino a Antofagasta buscando mejores ofertas de trabajo. Aseguró que al poco tiempo de encontrar empleo, se dio cuenta que los $250 mil que pagaba por arrendar una vivienda resultaban un cobro excesivo.

"Aquí te pintan las piedras y te las venden, todo acá es dinero y se me hizo insostenible pagar el arriendo. Vine a la toma, que si bien no tiene todas las comodidades, me permite construir algo que será para mí", explicó electricista.

Aguilera tiene cuatro hijos, uno de ellos estudia Trabajo Social en Perú, y su hija de 22 años cursa Medicina en La Serena. Sin embargo, afirmó que él y otras cuatro familias son los únicos chilenos del comité Antofagasta Nuevo, que cuenta con 52 asociados, al que llegó por datos de un conocido.

extranjeros

Jazmín Rocío Moreno tiene 40 años y es parte de la misma toma, en un sector que cuenta con varias subdivisiones de terreno de diferentes agrupaciones. En 2011 vino a Antofagasta de vacaciones y la tranquilidad de la ciudad fue una de las cosas que la convencieron para quedarse.

Consiguió trabajo en una pensión y buscó un lugar donde vivir, pero luego los $130 mil que paga en arriendo se transformaron en un compromiso cada vez más difícil de cumplir.

"Me dijeron que estaban haciendo una toma, subí, hablé con la gente del comité y me dijeron que podía quedarme en este terreno", manifestó Jazmín. Como vive sola en el país, tiene que pagar para que le ayuden a construir y ella misma toma una pala y saca tierra y arena para hacer un camino hasta su mediagua.

Los inmigrantes son mayoría en estos campamentos, ya que son atraídos por las altas remuneraciones, pero nadie les advierte sobre el costo de vida. Eso es lo que vivió Jhon Wilder, de 33 años, quien viajó desde Palmira (Colombia), donde trabajaba como técnico en Tránsito y Transportes.

Con cinco hijos, uno de ellos chileno, lleva cuatro años residiendo en Antofagasta.

"Un amigo nos dijo que habían lotes disponibles y estuve más de una semana esperando hasta que el comité de 'Un techo para un pueblo latino' me asignó un terreno de seis por 10 metros", sostuvo Wilder. Además, dijo que ahora es mucho más complejo conseguir trabajo porque les están exigiendo visa definitiva.

cifras

El director regional de la Fundación Techo, Diego Alcalde, precisó que el número de campamentos aumentó en comparación al catastro que elaboraron durante 2013.

"El año pasado había 17 campamentos, mientras que ahora hay 21. En Antofagasta esta situación que se acentúa más, por la migración de extranjeros, personas de otras regiones y el alto costo del arriendo o la compra de viviendas", detalló Alcalde.

El director regional de Techo agregó que estos factores llevan a que muchas veces, quienes llegan a la ciudad, acudan directamente a vivir campamentos, o arriendan un par de meses para luego terminar en una toma.

"Chile es un país con poca migración, pero todo indica que esto seguirá aumentando, por lo que estamos apostando a nivel central en un cambio de políticas públicas. La idea hacerse cargo de esta realidad antes de que se transforme en un gran problema para las ciudades", puntualizó el dirigente.

Una ayuda para mitigar este escenario, apuntó Alcalde, es reducir el tiempo que necesitan los extranjeros para optar a un subsidio, que actualmente es de cinco años. Esto fue modificado hace pocas semanas por el Ministerio de Vivienda, por lo que ahora el migrante solo necesita tener RUT chileno para postular.

La diputada radical, Marcela Hernando, es categórica en afirmar que el escenario actual de los campamentos va de mal en peor, ya que las mediaguas cada vez son de materiales más sólidos, dándole un carácter de "definitivo" a la vivienda.

"Se nos viene un problema serio y es una irresponsabilidad no tomar medidas a tiempo", señaló la diputada.

Hernando sostuvo que los campamentos están aumentando de manera exponencial, en terrenos del Estado, que son ocupados de manera ilegal. Por ello, agregó, están todas las condiciones para que las autoridades competentes tomen medidas.

La parlamentaria expresó que las dificultades serán mayores si hoy existe temor de iniciar acciones que puedan considerarse antipopulistas.

"Para mí, estas son verdaderas favelas en formación y que en su mayoría son terrenos pertenecientes a Bienes Nacionales. Como la fuerza pública obedece al Ministerio del Interior, quienes pueden hacer algo son la Intendencia y la Gobernación", aseguró.

Incluso Hernando manifestó que en el lugar donde están emplazados los campamentos, pasa una matriz de Aguas Antofagasta. Esta tuvo que ser señalizada para que ningún vehículo circule o construcción se edifique en ese tramo, ya que podría provocar su rotura y generar daños en las viviendas que están bajó la falda del cerro.

"En Antofagasta esta situación se acentúa más, por la migración de extranjeros, personas de otras regiones y el alto costo del arriendo o la compra de viviendas".

Diego Alcalde

Fundación Techo Antofagasta

Lorena Troncoso, coordinadora de campamentos del municipio, dijo que la última toma (Un techo para un pueblo latino) apareció hace tres semanas. Frente a los afirmaciones de algunos de sus residentes, de que el comité consiguió terrenos con el municipio, Troncoso afirmó que eso es totalmente falso y que las tomas son completamente irregulares. "La municipalidad no tiene ninguna facultad para autorizar a familias a instalarse en terrenos que son propiedad del Estado", aseguró la funcionaria. La función municipal es solo orientar en relación a fichas de protección u otros temas y que los únicos que pueden tomar paralizar las tomas irregulares de terreno, es la Gobernación. Troncoso, dijo que según sus registros, hay 27 campamentos en Antofagasta.