Nuevamente los cormoranes negros, también conocidos como patos yeco, están invadiendo áreas verdes de la ciudad. Ahora algunas de estas aves fueron detectas en el sector del Parque Brasil y en la zona aledaña al Sitio Cero del puerto.
Si bien su número es menor al que existía en otros espacios públicos de la ciudad, ya es perceptible el daño que las fecas de estos animales provocan a los árboles, además del fuerte olor a amoniaco que expelen.
El Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (Crea), advirtió de esta situación hace un mes al municipio, sin existir aún una respuesta de sus autoridades.
Así lo afirmó el director de esta institución, dependiente de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra, quien al mismo tiempo aclaró que sólo la poda de los árboles es una solución en esta época del año.
"Cuando empezaron a invadir el bandejón central frente al mall, al mismo tiempo apareció un grupo en la primera plaza del Parque Brasil. Pero a estas alturas no es mucho lo que se puede hacer, ya que está por terminar su proceso de nidificación", comentó el biólogo.
PODA
Una de las explicaciones que entrega Guerra para el traslado de estas aves es la poda realizada hace menos de un mes a los pinos ubicados en el bandejón central de Balmaceda, frente a Mall Plaza.
"Esta especie alcanza su madurez y busca reproducirse donde sea. Como les cortaron los árboles en el mall, salen a buscar otros lugares, porque las hembras aún pueden poner huevos", agregó.
Ya el año pasado esta especie causó estragos en el Parque Brasil y otras plazas de la ciudad, dañando eucaliptos y pinos. Sin embargo, en esta ocasión existe una preocupación mayor, pues las aves estarían comenzando a nidificar en las palmeras, por falta de lugares adecuados para este fin.
"El daño en las palmeras es irremediable, porque sus fecas las matan, a diferencia de lo que sucede con las otras especies arbóreas", sostuvo Guerra.
El doctor en Biología también criticó a las autoridades por la lenta respuesta ante esta problemática, asegurando que el Crea advirtió de la situación a comienzos de año y propuso emprender un plan de mitigación en julio, momento en que se inicia la reproducción de estos animales.
MEDIDAS
En tanto, en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), explicaron que el municipio solicitó un permiso para controlar la natalidad de esta especie en la comuna.
El encargado regional de recursos naturales renovables de la institución fiscalizadora, Carlos Cares, señaló que la municipalidad tiene una autorización para dicho control, siempre y cuando cumpla una serie requisitos establecidos en la Ley de Caza.
Entre las obligaciones que debe cumplir la casa consistorial está el cuidado de las aves más jóvenes y generar un plan específico en caso de eutanasias.
"Ellos (municipio) pueden provocar la muerte de las aves para reducir su número, pero siempre que no signifique el sufrimiento de los animales", concluyó el encargado.