Secciones

Contradicciones de Miguel Campo

E-mail Compartir

Siempre sonriente se mostraba Miguel Campo Rodríguez, desde los tiempos de su dirección del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad del Norte, en el año 1968.

Lo observábamos porque nuestras clases en la Escuela de Periodismo se realizaban en el segundo piso del Pabellón B. Muy sibilino, sospechaba que "algo grande estaba pasando" con la reforma universitaria que desde París llegó a Santiago y de allí a la Norte, casi de inmediato.

Llegó la reforma y Campo se las ingenió, como rector, para cobijarse en el gobierno de la Unidad Popular, recibiendo con gran majestuosidad a Salvador Allende el año 1971 en su visita a la universidad.

La reforma, que demostró la fuerza de una izquierda auténtica y comprometida con los desposeídos del campo y la ciudad, estructuró la representatividad en la universidad con el derecho de todos a elegir a las autoridades, desde directores de escuela a rectoría

Miguel Campo intentó desestabilizar la reforma procediendo a ofrecer becas al extranjero a los dirigentes para desarticular la dirigencia estudiantil. Esta estratagema no le funcionó, pero no perdió su sonrisa.

Creo que en el fondo, Miguel Campo Rodríguez no era mala persona. Intentaba ser protagonista de la historia que se estaba desarrollando en nuestra ciudad en la vida universitaria y sobre todo en la Escuela de Periodismo que era la vanguardia del movimiento estudiantil.

Se asombró cuando establecimos el cogobierno paritario en la carrera y decidimos los destinos de una profesión totalmente relacionada con la comunidad.

Tuvo problemas cuando el golpe ensangrentó a la universidad. Su gran cercano, el dirigente del Físico, Hugo Moreno, lo vilipendió desde el programa "Escucha Chile" de Radio Moscú.

Miguel Campo Rodríguez fue sepultado hace pocos días en Santiago. Estuvo en la historia de la Universidad del Norte. No puedo dejar de recordarlo siempre con su sonrisa permanente, intentando reunir detalles de "eso grande que estaba pasando".