Aplausos
En varias ocasiones, desde esta columna, he sostenido posiciones críticas respecto de acciones, quehacer o gestión de los sectores público, privado o comunitario. No obstante, también he alabado ejemplos que claramente han beneficiado a la comunidad.
En esta oportunidad estimo que, en justicia, una serie de obras e iniciativas merecen el más entusiasta y transversal aplauso ciudadano, por el claro beneficio que conllevan. Permítanme hacer un recuento de algunos de estos hitos.
En primer lugar no puedo dejar de mencionar una espectacular obra que ya va a cumplir su primer año de funcionamiento. Me refiero a la flamante Biblioteca Regional. Todo un ejemplo de una magnífica puesta en valor de un monumento histórico, que combina con equilibrio su arquitectura neoclásica con una implementación interior moderna, funcional y atractiva. Es, lejos, el edificio más hermoso y confortable de los que existen en Antofagasta, un verdadero orgullo local y, lo que es mejor, está prestando un apoyo educacional y cultural inapreciable.
Recientemente el MOP ha informado que en Antofagasta se construirán dos nuevas playas artificiales en La Chimba y El Cuadro. Sin lugar a duda que en la medida que más playas artificiales cubran nuestro borde costero, más atractiva se tornará nuestra ciudad, mejorará las condiciones de vida de quienes vivimos en ella y atraerá más turistas.
Antofagasta desde hace décadas exhibía algunos murales urbanos, donde destacaban los de Juan Salva. Luego surgieron los de Luis Núñez con su monumental rescate patrimonial y, paralelamente, han aparecido decenas de otros, elaborados con mosaicos variopintos, muchos de los cuales se han generado a través de trabajos comunitarios de dueñas de casas y vecinas, que con su esfuerzo y dedicación contribuyen a colorear nuestro árido paisaje. El que está en plena ejecución, el del Estadio "Calvo y Bascuñán", es todo un ejemplo de este arte.
El Core acaba de aprobar una ingente inversión para reponer una significativa cantidad de metros cuadrados de aceras. A su vez se aprecian trabajos de recambio de veredas en ciertos sectores céntricos.
Estos esfuerzos, sin duda alguna, son muy bien recibidos por la comunidad y deben ser permanentes por el bien del ciudadano común y la calidad de vida local.