En una entrevista al diario "Le Monde", Woody Allen indicaba en relación al plano de apertura de su última película "Magic in the Moonlight", unos ojos de elefantes, que observar la luna con una chica guapa, puede parecer en primer aborde muy romántico y encantador. Pero, en verdad, tiene algo de muy aterrador: las estrellas no son pequeñas cosas que brillan en cielo, son más bien hornos que están flotando en el espacio. No hay vida alguna en esa vastedad estelar ya que las condiciones son profundamente hostiles.
Sucede lo mismo con la naturaleza. No se pueden fiar a las representaciones bucólicas del campo como las realizó magníficamente el pintor impresionista inglés John Constable. Si observa atentamente un bosque, podrá ver a los hongos atacando los árboles, las plantas luchando por la luz del sol, zorros comiéndose a pájaros, pájaros comiéndose a insectos, insectos devorando a otros insectos...
Últimamente la noticia en curso que está causando gran ruido es el caso Penta, el financiamiento por parte del empresariado de las campañas políticas de diversos candidatos, salvo los comunistas. Por lo menos alguien se salva, quizás no los más deseados, pero algo es cariño. Supimos también que la mujer del secretario general del PS, tiene un cargo fiscal en el cual percibe un sueldo superior a 10 millones de pesos. Acá, hay una vez más una acumulación de eventos que están creando un fenómeno peligroso. Se está confirmando la impresión que los políticos trabajan únicamente con el dinero, por el dinero, para el dinero, y esto puede llegar, en toda lógica, a un punto de quiebre.
La variable que importa es saber hasta dónde llegará la pasividad de la opinión pública, y cómo se manifestará, fuera de las simples redes sociales, una cierta saturación.
La crisis de la legitimidad del hecho político toca la mayoría de las democracias llamadas occidentales, dejando el espacio abierto a los extremos. Contrariamente a lo que se especula, el peligro no viene tanto de la extrema izquierda, ya que las ideologías de ese lado no han propuesto gran cosa desde la Caída del Muro, sino más bien de su némesis. Pensaría que por lo menos en Chile, aún no se vislumbra un regreso de las camisas pardas.