Prevalencia del cáncer
Las autoridades de Salud han dicho que las muertes por cáncer han aumentado en forma significativa. Ese mal representa la segunda causa de muerte, después de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, pero a este ritmo de crecimiento, el cáncer podría ocupar el primer sitio.
Regiones como la nuestra, Los Ríos, Aysén y Arica son las que tienen las mayores tasas de la enfermedad en el país. Un estudio del Ministerio de Salud dado a conocer hace un par de años reveló algo que entonces ya se comentaba: la alta incidencia de esta enfermedad en la Segunda Región. Los impactos más fuertes estaban en Antofagasta, Calama y Tocopilla.
El cáncer es un problema creciente en todo el mundo, por varias razones, entre las que figura el envejecimiento de la población y los cambios en los estilos de vida que aumentan la prevalencia de riesgo. Entre los factores detonantes están el tabaco, la contaminación, la obesidad, el bajo consumo de vegetales y frutas, la falta de actividad física, el abuso del alcohol y la infección con el virus del papiloma humano por transmisión sexual.
Consistente con ello, la Organización Panamericana de la Salud ha dicho que la cantidad de casos aumentará más de dos tercios en todo el mundo en los próximos 20 años. La mayoría de los que se proyectan ocurrirán en países de bajos y medianos ingresos. También los estudios de ese organismo revelan que los tipos de cánceres que lideran en América son de pulmones, próstata y colorrectal, en los hombres, y el cervicouterino y de mama, en las mujeres.
Demasiada gente es diagnosticada tardíamente, cuando la enfermedad es mucho más difícil de tratar y es más posible que lleve a la muerte del paciente. Los investigadores estiman que para el año 2030, serán diagnosticados 1 millón 700 mil casos en Latinoamérica y el Caribe, y habrá más de un millón de muertes debido a la enfermedad cada año.
En consecuencia, la prevención es importante de igual manera para quienes viven en naciones ricas como en las de menos recursos. Esto significa llevar un estilo de vida sano, a la vez que hacerse controles médicos periódicos para un diagnóstico precoz.