Antofagasta, atractiva y desigual
Para nadie es un secreto lo atractiva que se ha vuelto la Región y en especial la ciudad de Antofagasta producto del constante desarrollo minero. Como antofagastino, he sido testigo de este desarrollo, en donde pasamos a una ciudad cosmopolita y bien despierta. La ciudad cambió, perdiéndose un poco la identidad.
De esta forma la ciudad se fue transformando en lo que es hoy, y como las autoridades la "venden" en el exterior: una ciudad pujante con niveles de calidad de vida de las grandes ciudades del mundo. Pero para nosotros, los antofagastinos, este desarrollo conlleva una serie de costos para sus habitantes, muchas veces costos que afectan a todos los bolsillos.
En lo micro, los costos que están afectando a los habitantes de Antofagasta son los altos valores que vienen marcando las viviendas desde 2013, en donde las casas han aumentado casi en un 123% alcanzando las 7.116 UF (172 millones aprox.) mientras que los departamentos marcan un aumento del 35% bordeando las 3.936 UF (95 millones aprox.). Estas cifras han llevado a que muchas personas, tanto chilenos como extranjeros que no pueden acceder a una vivienda, tomen como alternativa vivir en campamentos, los cuales ya ascienden a 21.
Es ahí donde se clarifica que el desarrollo no incluye a todos por igual, ya que es aproximadamente un 20% de la población la que depende de la minería y puede tener acceso a pagar este alto costo de vida; mientras que el resto de la población, que se desempeña generalmente en el sector de servicios y otros, no cuenta con los mismos recursos.
Esto conlleva a buscar nuevas opciones para "sobrevivir", convirtiéndose en una alternativa ir a vivir a los campamentos.
Con lo anterior, las desigualdades son más notorias. A pesar que esta decisión pueda ser mal mirada, incomprendida y objeto de discriminación; es importante destacar que muchas veces se toma por necesidad y que precisamente este pujante desarrollo antofagastino se vuelve excluyente.