A cinco días de las elecciones en Bolivia, aún no hay cómputo oficial definitivo
polémica. Si bien nadie pone en duda la victoria de Evo Morales, las dudas surgen en los comicios legislativos.
A casi una semana después de los comicios en Bolivia aún se desconocen los resultados oficiales finales y la pelea está centrada en la cantidad de escaños legislativos que obtuvo cada partido.
El Tribunal Supremo Electoral, que ha sido blanco de críticas por demorar la entrega de resultados, computó hasta ayer 96% de las actas electorales con una ventaja de 61% para el presidente Evo Morales sobre el 25,5% del principal candidato opositor, el empresario Samuel Doria Medina, de la coalición de centro derecha Unidad Democrática.
Los opositores han impugnado actas de escrutinio en algunas regiones y han denunciado supuestas irregularidades para favorecer al mandatario reelecto.
El gobernante Movimiento al Socialismo "está robando espacios para tener dos tercios" de escaños en la Asamblea Legislativa, dijo el viernes el ex presidente y candidato por la Democracia Cristiana, Jorge Quiroga, tercero en los cómputos con 9% de los votos.
Quiroga anticipó una "denuncia internacional", pero la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Vilma Velasco, rechazó las críticas que sugieren un supuesto fraude y afirmó que las impugnaciones de la oposición demoraron el cómputo.
Nadie pone en duda la victoria de Morales, que está a dos o tres escaños de obtener dos tercios en el Legislativo, lo que le permitiría encaminar una reforma constitucional que le permita incluir la reelección indefinida, según ha denunciado la oposición durante la campaña.
Por eso los partidos pelean voto a voto en las regiones para sumar escaños.
Hasta los obispos católicos han cuestionado al Tribunal Supremo Electoral y han manifestado que la demora genera dudas sobre los comicios, que se desarrollaron de manera pacífica.
Morales tiene actualmente dos tercios en el Legislativo, lo que le ha permitido gobernar sin sobresaltos ni contrapesos.