Carta desde París
La americanización de los referentes mencionada la semana pasada concierne igualmente a Europa. Poco a poco, Estados Unidos va acaparando el casi monopolio de la producción de los referentes del "mundo occidental", adaptando estándares de su propia idiosincrasia.
Francia siempre ha sido considerada como un bastión frente a esto, por razones históricas y estructurales. El "Estado" omnipotente, realidad desde Napoleón, es un invento francés. Por culpa de la situación de crisis que se vive hoy, Francia bajó la guardia. Y quizás renunció.
El deterioro de la escena política es evidente. Durante muchos años, se miró con desdén a Italia por reelegir a Berlusconi. Hoy, Nicolás Sarkozy, sin proponer nada de nuevo, sino sus maniquea visión del mundo con el buen y mal trabajador, el privado versus el funcionario, el francés de cepa contra el francés de origen extranjero, es el único candidato de la derecha declarado para la presidencial de 2017.
Justamente; los socialistas regresaron al poder; ganando todas las elecciones que siguieron. La configuración ideal para realizar los cambios que permitirían desahogar la sufrida clase media y enfrentar las altas finanzas. Su principal medida ha sido de subir los impuestos de la gran mayoría… En la última encuesta, F. Hollande obtuvo una aprobacion de 13%.
Agregue a esto un partido de extrema derecha; xenófobo y racista con aproximadamente un 20% de los votos; escándalos de diputados o ministros que no pagan sus impuestos o que tienen cuentas off shore, y la terrible noticia de un alpinista degollado por unos locos de Allah en Algeria simplemente por ser francés. Acá tenemos el terreno fértil para algo que no huele bien.
En su llamado del 18 de junio de 1940, después de la rápida derrota francesa frente a la Alemania Nazi, el general De Gaulle invitó a los resistentes a unirse a él en Londres. Concluye: "Ocurra lo que ocurra, la llama de la resistencia francesa no debe apagarse y no se apagará jamás". Ojalá que los franceses no lo olviden. A pesar de haber regresado a vivir a Chile, es el tipo de mensaje que yo no he olvidado.