Historia del Huasco
Aunque presentada por su autor, con auténtica sencillez, como "una obrita… modesto tributo que pagamos a nuestro suelo natal" y por eso mismo, estar lejos de toda pretensión erudita, la Historia del Huasco de Luis Joaquín Morales Ocaranza, ha llegado a ser un libro señero e imprescindible para conocer el devenir del Huasco.
El autor es un hombre nacido en Huasco Bajo, en 1861, médico de profesión, que frisa la medianía de la treintena y que ya ha ganado una significativa experiencia vital, sobre todo por su contacto con el ambiente minero, con nuestro medio urbano finisecular y con gente de toda condición social.
Publicada con recursos propios, por la imprenta de la Librería del Mercurio, de R. S. Tornero, de Valparaíso, mediante cuadernillos, desde enero de 1896 hasta febrero de 1897, recibió el reconocimiento de periódicos de la prensa local y expresiones de adhesión de los numerosos amigos que se había ganado en los distintos estratos de la sociedad de su tiempo, por su simpatía personal y espíritu de servicio. Hoy, al cabo de más de cien años, la publicación del texto importa un verdadero acontecimiento para la tradición cultural de Vallenar y de Atacama, y el volumen original ya es una costosa pieza de biblioteca de primicias bibliográficas de Chile.
La historiografía del Huasco tenía para entonces, como único precedente la "Memoria del Curato de Vallenar" del sacerdote Manuel García Macuada, título acomodaticio del verdadero, pero extenso "Memoria presentada por el cura y vicario de Vallenar D. Manuel García al Ilustrísimo señor Obispo de La Serena Dr. Don José Manuel Orrego en la visita que practicó en Junio 1° de 1872". Incluso el sacerdote la hizo pública editándola en Valparaíso aquel mismo año, en la ya mítica Imprenta del Mercurio de Tornero y Letelier. La idea de dar publicidad impresa a un documento manuscrito interno, no era excepcional entonces. Constituía el reflejo del respeto casi reverente hacia el personaje destinatario.