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Eric Rojas, exvicepresidente del CDA, rompe silencio de nueve largos años

entrevista. El exdirigente expone que todo comenzó con mucho entusiasmo, pero con el correr de los meses la mayoría comenzó a retirarse por las cosas que pasaban en el club, siendo él quien primero lo hizo.

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Si hay alguien que también conoce la historia que sacude a Club de Deportes Antofagasta, no es otro que el ingeniero civil Eric Antonio Rojas Alegría, vicepresidente en los inicios del directorio que presidió Osciel Guzmán Zuleta.

El temporal que mueve al barco albiceleste es por las querellas que hay en contra de éste, 'por apropiación indebida' de $200 millones de las arcas institucionales, y por realizar su reelección de manera inapropiada, según la Justicia.

Por eso es que los tribunales ordenaron abrir el libro de socios y hacer una elección como corresponde. Como si fuera poco, el equipo marcha en la cola del torneo oficial.

Rojas Alegría es un empresario exitoso que tuvo la voluntad de partir con el grupo que logró ascender al CDA a Primera A, en 2005, cuando los planes y objetivos eran claros y no buscaban otra cosa que el engrandecimiento institucional. Sin embargo, transcurrido aquel año, todo cambió.

Aunque él se alejó muy amigo del silencio, tanto, que lo mantuvo por largos nueve años, -como después hicieron otros directivos-, ahora decidió hablarnos del tema, candente en estos días, cuando Deportes Antofagasta perdió su afinidad con la ciudad que le dio vida, y los antofagastinos dejaron de identificarse con él.

¿Qué recuerda, Eric, de cuando estuvo en la dirigencia del CDA?

-Que llenamos cuatro veces el Estadio Regional con el técnico Luis Ibarra. Estuve solamente ese año, hasta la llegada de Oscar 'Cacho' Malbernat, durante dos o tres meses.

¿Tan luego empezaron los problemas?

-Es que siempre los hubo.

¿Qué le parece lo pésimo que anda el equipo?

-Con mucha tristeza observo las falencias en todo sentido. Cuando un proyecto se desarrolla de buena forma tiene que dar un buen resultado deportivo final. La crisis institucional se muestra hoy en la cancha.

¿Ha visto jugar al equipo?

-Te digo que no conozco el estadio nuevo, porque cuando me retiré del club quedé muy decepcionado y nunca más volví. No conozco el 'Calvo y Bascuñán', sólo el Regional tradicional. Tampoco he ido por la discordancia y disgusto que hay con la dirigencia.

¿Tiene que ver con el cuestionado Osciel Guzmán?

-Sí, claro. De él fui amigo y compañero de curso en la universidad. Creo que volveremos a encontrarnos, ya que no soy rencoroso, lo que si me gusta es que las cosas se hagan bien. Tenemos un café pendiente para hablar del club.

El CDA fue de la ciudad, pero ya no. ¿Lo ve así usted, que estuvo adentro?

-El club es patrimonio de nuestra ciudad, nadie tiene duda de eso. El problema es que administrativa y jurídicamente se dieron algunas condiciones para que dejara de pertenecer a los antofagastinos, que es el gran dolor que todos tenemos.

Ya nadie va los partidos…

-Ahí está. Cuando ves que al estadio van cien personas y un proyecto deportivo que no funciona, más una situación jurídica administrativa que no sabemos cómo surgió, pero sin duda que fue en un 'arreglín' entre algunos que tuvieron intereses personales y dejaron de lado los de la ciudad.

¿Debemos entender que usted se retiró porque vio cosas raras, como esa, aunque estuvo poco?

-Claro. Estuve muy poco tiempo y me entregué por completo al trabajo y compromiso que asumí con Osciel Guzmán, pero al ver situaciones con las cuales no estás acuerdo, sin duda que lo más fácil e importante, entiendo yo, es no entorpecer y dar un paso al costado.

Pero, eso significó dejarle la vía libre…

-Asumo que haberme retirado fue uno de mis grandes errores.

Lo correcto era denunciarlo…

-Por lo menos haber tratado de arreglar y corregir las situaciones que estábamos observando. Sí, fue un gran error haberme retirado del club, porque pienso que podía seguir aportando.

¿Qué se puede hacer para revertir la situación?

-Creo que el arduo trabajo que hace un grupo de amigos del club, disidentes a lo de Guzmán Zuleta, va bien encaminado y esperamos que dé el resultado que toda la gente quiere, porque desea que 'se destape la olla'.

Usted ha dicho que fue compañero de Guzmán...

-Fui compañero de Guzmán en la universidad y la primera persona que me puse a su disposición cuando supe que él había asumido como presidente del club, el 2005. Incluso incorporé a cinco compañeros más que asumieron el desafío de llevar el club a Primera.

¿Cambió mucho Guzmán universitario al de presidente del CDA?

-Le diría que sí.

¿Qué le pasó?

-Lamentablemente, el hombre perdió el foco de interés que era el CDA y la ciudad. Sin duda que lo perdió.

¿Se interesó más de sí mismo que del club?

-Hoy lo entiendo así. Mi opinión es que sí. Se desvirtuaron todos los intereses pro Club de Deportes Antofagasta y ganaron los intereses personales del señor Guzmán.

¿Es posible recuperar el club para la comunidad?

-Yo creo que sí, de acuerdo a la acción que ahora lleva la Justicia, pero no podemos dejar de empujar con el compromiso de la gente, porque tiene un rol importante acá. Los hinchas que quieren el club y a la ciudad tienen que manifestarse y apoyar la estrategia que han encaminado quienes buscan la salida de los dueños del club.

¿Es cierto que cuando usted se retiró del club lo hizo llorando?

-Sí, señor, me fui con mucha pena, porque mis valores y principios no me permitieron estar en medio de aquello.

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