Fernando Vergara preparó maletas tras dirigir la práctica matinal de ayer con Cobreloa. Es el primer viaje desde que llegó a Calama, el domingo 7 de septiembre, a asumir la banca loína en medio de 'un terremoto' dentro y fuera de la cancha.

'Ha sido intenso por lo que significa tomar un grupo presionado, con un entorno que estaba bastante complicado. Pero llegamos a darle confianza al grupo, a buscar alternativas dentro de la cancha con apenas una semana de trabajo y sé bien que eso se notó', dice el nuevo estratego de Cobreloa.

Y tiene claro que el desafío es mayor, pero insiste en que es una situación conocida para él. 'Muchos no recuerdan que cuando llegamos con este cuerpo técnico a Iquique, el equipo estaba casi tan complicado en la tabla como el Cobreloa que asumimos hoy. Y nos fue bien, hicimos una campaña histórica y dejamos al equipo en lo más alto. Por eso tenemos confianza, porque acá no sólo hay buenos jugadores sino que observo actitud y compromiso del plantel'.

Fernando Vergara confidenció una de sus adicciones y cómo la aplica en el fútbol. 'Soy muy amigo de Iván Morovic, que es el ajedrecista más reconocido de este país. Con él jugamos partidas y eso me ha servido muchísimo para ir aplicando esas metodologías en el fútbol. Son deportes muy parecidos aunque nadie lo entienda porque en ambos se mueven piezas de manera estratégica para sacar ventaja en el campo o en el tablero', explica.

Y desde esa perspectiva, el adiestrador ya maneja una idea de lo que puede mejorar de cara al próximo partido en Arica.

'En el segundo tiempo ante Audax hicimos cambios y se notó que el equipo mejoró. Entonces, ahora que vamos a tener tiempo para trabajar una semana más, esperamos hacer las evaluaciones que nos faltan, para determinar bien las alternativas de juego que usaremos y los nombres. Estoy confiado, Cobreloa no merece estar donde está y lo vamos a sacar de allí', aseguró.

Huachipato plasmó ayer ante la Universidad Católica de Ecuador en el CAP, las distancias que hay entre un equipo que vive un gran momento y otro que está sumido en una profunda crisis deportiva.

Los acereros le pasaron por arriba a un débil rival en la ida de la segunda ronda de la Copa Sudamericana y el 2-0 final se quedó corto frente a lo que se vio en Talcahuano. De todas formas sirve y el equipo de Mario Salas mira de cerca los octavos de final.

Lo definieron rápido los locales y a los 12 minutos ya estaban en ventaja con un tanto de su goleador en el certamen, Andrés Vilches. Pero no se conformaron y con el 1-0 fueron por más con su receta conocida: intensidad y rapidez en el ataque y presión para recuperar la pelota en terreno contrario.

Martín Rodríguez y Lucas Simón, quien se retiraría lesionado antes del descanso, pudieron haber extendido las cifras. Sin embargo, ambos se encontraron ante un solvente Hernán Galíndez gran responsable de la exigua ventaja local.

Huachipato mantendría la intensidad tras el descanso y a los 48' llegaría su premio. Andrés Vilches conectó esta vez un centro del ingresado Angelo Sagal y con su doblete comenzaría a sellar el primer capítulo de la llave. Era el 2-0.

Sin embargo, la faena no fue perfecta para los dirigidos de Salas, quienes también repitieron esta jornada sus innecesarios riesgos en el fondo, los cuales pueden ser letales ante equipos de mayor jerarquía.

Los ecuatorianos no aprovecharon sus opciones y cada vez que ingresaron al área definieron mal, explicando en gran medida el porqué de su racha de 13 partidos sin victorias y los tres duelos que suma sin anotar un gol.

Al final Huachipato celebró y ahora viajará hasta el Atahualpa de Quito la próxima semana con una ventaja de dos goles y el arco en cero. Sao Paulo espera en octavos de final al ganador de la llave. Los nacionales quedaron un paso más cerca.