Galpón costará US$12 millones más de lo provisto debido a larga paralización
inversión. Concesionaria ATI reconoció fuerte impacto económico por conflicto judicial.
Todavía no existen cálculos definitivos, pero ya es un hecho que el galpón para acopio y embarque de concentrado de cobre que ATI construye en el Puerto de Antofagasta, no costará lo que estaba programado.
La paralización del proyecto, que se inició a fines de febrero y que en la práctica todavía se mantiene, sumada a algunas mejoras de diseño y obras 'hermoseamiento' que la concesionaria planea realizar, tuvieron un impacto en el presupuesto de la iniciativa, que de US$40 millones pasaría a costar cerca de US$52 millones, es decir 28% más.
CONTRATO
El gerente general de ATI, Gastón Bastías, confirmó que los conflictos que vivió el proyecto no fueron inofensivos para la empresa, que ahora enfrenta consecuencias tanto a nivel económico, como en los plazos de puesta en servicio de las instalaciones.
Bastías comentó que tras el fallo de la Corte de Apelaciones que revocó los permisos ambientales del galpón, la compañía, de propiedad del grupo Luksic, debió rescindir los contratos de ejecución de obras que tenía firmados, lo que implicó dejar el proyecto en 'stand by' cuando ya contaba con un 70% de avance.
ATI recibió la semana pasada la notificación del dictamen final de la Corte Suprema que autorizó el reinicio de las obras, sin embargo, aún no cierra un acuerdo con alguna de las empresas que podrían hacerse cargo de ellas.
'Estamos tratando de llegar a un acuerdo y viendo los presupuestos que nos han presentado, donde hemos tenido diferencias económicas importantes con lo que teníamos planificado', indicó Bastías.
Por lo pronto, se estima que los trabajos podrían reiniciarse dentro de 15 ó 30 días, dependiendo de los acuerdos que la concesionaria alcance, no sólo en términos de costos, sino que también de seguridad y plazos.
En una etapa inicial la tarea de la constructora será diagnosticar el estado de las instalaciones para descartar daños debido a la intempestiva paralización. Recién cuando ello termine, reiniciaría la construcción propiamente tal.
El mayor costo del galpón también se explica por algunos cambios que ATI quiere realizar a su proyecto en términos de diseño e impacto visual.
Lo primero es resolver un nudo que la concesionaria tiene con el municipio y que se relaciona con una franja de 50 metros que, según el Plan Regulador, está reservada para 'uso público'.
Tal como está pensado el proyecto de ATI, una de las torres de transferencia de carga (precisamente la que está situada frente al edifico Obelisco), invade dicha zona, por lo que la empresa piensa desplazarla más atrás (hacia el mar).
Aquel cambio, por menor que parezca, implica modificar una parte del circuito de las correas encapsuladas que transportarán el mineral a los sitios de embarque (5 y 7), situación que no es sencilla y requiere estudios de ingeniería.
IMAGEN
Respecto a las mejoras de imagen, lo que busca ATI es atenuar la invasiva presencia que el galpón tiene debido a su ubicación, casi en la misma línea de la costanera. Para ello, la concesionaria contrató una asesoría en temas de arquitectura que a corto plazo entregará sus recomendaciones.
'Estamos recién viendo los detalles, pero el objetivo es que tengamos una mejor imagen y que el proyecto ojalá sea un ícono en la arquitectura industrial de la ciudad', señaló Gastón Bastías.
PLAZOS
De acuerdo a lo señalado por la compañía, el proyecto no estará en condiciones de recibir cargamentos mineros antes de enero de 2015, fecha que excede largamente las necesidades del que será su único usuario, Minera Sierra Gorda SCM, que a fines de septiembre iniciará su producción a plena capacidad.
Una opción sería que la firma, de capitales polacos y japoneses, recurra a las actuales instalaciones que ATI administra en el puerto mientras se construye el galpón, pero a la fecha no existe confirmación.
'Ellos están evaluando todas las alternativas que le ofrece el mercado portuario', indicó el gerente de ATI.