Luego del terremoto que remeció el Norte Grande el 1 abril de este año, la pregunta que quedó en el aire tenía que ver con la posibilidad de que ocurriera un nuevo gran evento sísmico en la zona.
Esto porque en esa área geográfica no habían ocurrido sismos de magnitudes importantes en un siglo y medio, lo que según los científicos, se traduce en una gran cantidad de energía acumulada que tendría que ser liberada.
Y dos grupos científicos llegaron a conclusiones similares con respecto a esa pregunta que preocupa a los chilenos. Las investigaciones publicadas ayer por la revista Nature, aseguran que sigue vigente la amenaza de un nuevo gran terremoto en el norte de Chile.
Las dos investigaciones publicadas analizan los acontecimientos que desembocaron en el temblor de abril e identifican las regiones que siguen teniendo un alto riesgo de que se registren terremotos a corto o medio plazo.
fractura
El primer estudio, desarrollado por el investigador Gavin Hayes, del Centro Geológico de Estados Unidos, explica que el terremoto de Iquique y sus réplicas fracturaron una sección del borde de una placa tectónica que no ha registrado movimientos sísmicos significativos desde el terremoto de magnitud 8,8 de 1877.
El temblor de abril se produjo después de que se detectara una intensa actividad sísmica en la zona durante el mes anterior, ocasionada por el choque entre las placas de Nazca y Sudamericana, y fue seguido durante la noche y la madrugada por más de una veintena de réplicas, algunas de hasta 4,9 grados en la escala de Richter.
La actividad de esas dos placas ha provocado al menos un terremoto de gran magnitud en cada siglo en la región, el último de ellos hace 137 años.
Hayes subrayó que, aunque se espera que en cualquier momento un gran terremoto sacuda la zona, el de abril no fue ese temido 'megatemblor' que anticipaban los expertos.
No lo fue, explicó, porque no tuvo lugar en la zona de subducción (punto donde chocan las dos placas) que se creía que soportaba los niveles más altos de presión.
En el sentido de este hallazgo, los investigadores detectaron que amplios segmentos de esa zona de subducción del norte de Chile no han sufrido fracturas relevantes en casi un siglo y medio, por lo que prevén que puede haber en el futuro grandes terremotos tanto al norte como al sur de Iquique.
El segundo estudio estuvo a cargo de Bernd Schurr, experto del Centro de Investigaciones Geocientíficas de Alemania, quien también señala que el sismo de Iquique rompió la parte central del último segmento de la placa Sudamericana que permanecía intacto y que ya debería haber cedido durante el pasado siglo.
El científico sostiene que los 'terremotos menores' que se registraron en la zona durante el año hasta el pasado abril debilitaron los bordes de la placa, lo que posiblemente resultó clave para provocar el inicio del terremoto.
informe
Su informe concluye que es muy posible que se registren 'grandes terremotos' en la zona en el futuro, dado que sólo una parte del borde de la placa fue fracturada y los segmentos que aún permanecen unidos tienen potencial para provocar una sacudida de magnitud 8,5 o mayor.
El académico e investigador del departamento de Geomensura y Geomática de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, Jorge Ramírez, sostuvo que hace un par de años la Journal Geophisical Research publicó unos estudios que dan cuenta de años de trabajo en la zona norte del país.
'Ellos hicieron el primer estudio serio sobre esta materia y bajaron el pronóstico sísmico de 9 grados que existía para el norte chileno a un sismo de 8,8 y 8,5; lo cual es muy importante porque un sismo de 8,8 cabe 2,5 veces en un 9, lo que es bastante diferente y nos permite no hablar de un megaterremoto', advirtió.
Este pronóstico se basa en que las placas tectónicas a partir de Iquique hacia el norte de Chile, subductaron, es decir, se metieron bajo el continente sin hacer terremoto, vale decir que se desplazaron asísmicamente. Y la segunda apreciación fue que el terremoto de Tocopilla, liberó un 4% más de la energía que se determinó en un principio.
Este antecedente es muy importante, según el especialista porque da cuenta que las placas hacia el norte de Chile se mueven sin la necesidad de generar un terremoto. Lo cual es un descubrimiento muy potente e importante.
energía
En el área han ocurrido tres terremotos importantes, dijo Ramírez, el de Tocopilla que alcanzó una magnitud de 7,7, el de Iquique con un 8,2 y un 7,6 que fue una réplica del anterior pero que también se puede considerar las que liberan parte de la energía, lo que se desliza asísmicamente, lo que genera nuevos escenarios.
Esto permite ahora pensar en distintos pronósticos, 'si tuviéramos mucha suerte la magnitud que esperamos podría estar en el límite inferior, es decir 8,5, con lo que con los movimientos telúricos anteriores se habría liberado el 40% de la energía', dijo el experto.
Sin embargo, también existe la posibilidad de esperar un sismo 8,6, lo que significaría que la energía que se liberó hasta ahora corresponde a un 28%; Mientras que si el Terremoto alcanza un 8,7, significaría que la liberación sísmica anterior alcanzó un 20% de la energía. Mientras que el peor escenario de todos correspondería a un 8,8 lo que significa que en ese caso se habría liberado un 14% de la energía.
De todas formas, Ramírez asegura que la naturaleza geográfica de la zona haría que pese a sufrir sismos de gran magnitud estos se atenuarían un poco en su fuerza destructiva, distinto a lo están adelantando algunos geofísicos.
Para el especialista, es importante considerar que en el caso de Antofagasta, por ejemplo, la conformación de suelo rocoso, permite enfrentar de mejor manera un sismo, lo que ayudaría a que no se produjeran tantos daños en la propiedad privada.
De todas, formas advierte que la zona de subducción de placas, se ubica a unos 50 kilómetros de la costa, lo que significa que es muy probable que este gran terremoto al que se refieren los expertos, esté acompañado de un tsunami, aunque no de una potencia muy alta.
Este fenómeno se debe a que la energía que se espera que se genere, está asociada a sólo un tramo de la placa muy acotado, que ayudaría a contrarrestar la situación.
Los antecedentes históricos que maneja Ramírez, permiten anticipar también que es muy probable que el gran terremoto que se espera para el norte del país sea antecedido por una serie de temblores de menor tamaño.