Trabajadores del terminal apuntan al crecimiento del recinto y a la falta de personal
gremio. Técnicos de mantenimiento afirman que la DGAC ha debido acelerar la integración de operadores.
Los trabajadores del aeropuerto negaron que sean los 'exclusivos responsables' de las fallas de seguridad en el atraco, señalaron que ninguno de sus puestos de control fue burlado y que operan con procedimientos específicos en el transporte de valores que involucran acciones conjuntas con Carabineros.
Héctor Barría, presidente del sindicato Servilán -que agrupa a técnicos de mantenimiento del aeropuerto- dijo que 'el aeropuerto ha crecido a un ritmo acelerado y la problemática que existe es que el personal de la DGAC ya no da abasto'. 'Ellos incluso han comentado que han tenido que sacar dentro de su programa de personal capacitado cursos con un año antes para cubrir las instalaciones que cuenta la DGAC', agregó el dirigente citado por radio Cooperativa.
José Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), dijo que la remoción del jefe de seguridad del Aeropuerto de Santiago, Rolando Alegría, 'es una medida apresurada'.
'Si bien está dentro de las facultades de la autoridad política de la DGAC, nuestra apreciación es esa, en virtud de que hay en desarrollo un sumario. Para nuestra gente resulta como un chivo expiatorio', sostuvo el dirigente.
'Creíamos que dentro del aeropuerto nunca podía suceder un delito de esta magnitud', reconoció el dirigente.
El senador (UDI) Víctor Pérez dijo que el millonario robo en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez 'es mucho más que un bochorno, es una señal de extrema vulnerabilidad de la seguridad del principal terminal aéreo y nos deja muy mal como país'.
El parlamentario agregó que 'hay fallas en todos los niveles de seguridad, y lo esperable es que el Gobierno adopte acciones muy concretas y se haga asesorar no solo por las policías, sino que también por las Fuerzas Armadas'.
Pérez sostuvo que 'esta vez fue un robo, pero pudo ser un atentado terrorista, y el Gobierno no se puede quedar en un análisis simplista'. El representante gremialista agregó que 'no es posible que grupos de delincuentes ingresen de esa forma al corazón de las operaciones comerciales'.