Un cultivo hidropónico en medio del desierto más árido del mundo es una idea que para muchos puede sonar imposible. Más aún si es regado por agua desalinizada y potable. Sin embargo, en Antofagasta, esta forma de producción es realidad para 140 agricultores que trabajan en Altos La Portada, ubicado en la salida norte de la capital regional.
Maritza Viza lleva 30 años trabajando en la agricultura y aseguró que durante los próximos años, este tipo de cultivos dará los alimentos del futuro. 'Hay que considerar que en esta región hay mucha actividad minera, mucha contaminación y eso está matando la tierra. Por eso la hidroponía es una solución y es mucho más sano', argumentó.
Para llevar a cabo esta idea, hasta hace unos días atrás, Maritza tenía que abastecerse agua a través de camiones aljibes. Lo anterior, tenía un alto costo para quienes viven de esta actividad. Según contó esta agricultora, tenían que pagar $5.000 por metro cúbico de agua. 'Algunos gastan alrededor de 650 a 200 litros de agua diariamente y al mes son alrededor de $9.000 por lo tanto se gastaba alrededor de $350.000 sólo en agua. Es un costo muy alto', comentó.
estanques
Para mejorar el sistema de riego, la Asociación de Agricultores de Altos La Portada (Asgralpa) puso en marcha ayer 14 estanques de distribución de agua que facilitarán la acumulación del recurso hídrico, mejorando su actual dotación y sistema de riego, que dejará en el pasado la distribución de agua a través de camiones aljibes, y cuya inversión asciende a los US$650.000.
Asimismo, comenzarán a regar sus cultivos hidropónicos con agua de mar desalada, consolidándose como los pioneros en Chile en utilizar este tipo de agua tratada, ajustándose a la compleja realidad hídrica que enfrenta la Segunda Región.
Esta obra incluyó la instalación de 800 metros de tubería de alta calidad y confiabilidad, permitiéndoles optimizar el recurso hídrico, ya que el agua llegará directamente a los predios de los agricultores.
En la oportunidad, el gerente general de Aguas Antofagasta Hugo Masana junto a la presidenta de la asociación de agricultores, Dolores Jiménez, firmaron un convenio de compra y venta de agua hasta el año 2022. Lo anterior -según comentó Rodolfo Navarro socio de la asociación- aumentaría (en un corto plazo) la producción de hortalizas en un 60%.
En un recorrido por los invernaderos, el agricultor Carlos Calderón, quien lleva aproximadamente tres años dedicándose a esta actividad, contó que si bien su cultivo no es muy grande, espera que se produzca una cantidad importante de tomates.
Según explicó tiene 140 plantas, que entregan entre 40 a 50 kilos por mata. Semanalmente cosecha tres cajas. 'Eso lo vendo por kilo en un negocio que tengo en la Vega Central. Allí vendo a $700 el kilo', precisó el microempresario.
En Altos La Portada, cada agricultor posee media hectárea para producir lechugas, tomates y otras hortalizas hidropónicas. La ventaja de esta particular forma de riego es que permite hacer recircular el recurso hídrico, sistema de riego que se ajusta a la realidad hídrica de la región.
Algunos viven ahí y pasan la mayor parte del tiempo cuidando sus invernaderos, en los que han invertido más de tres millones de pesos.
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