Un caso de racismo y xenofobia quedó al descubierto luego de que la joven ecuatoriana de sólo 21 años, Ericka Ramos, recibiera una dura golpiza por parte de un compañero de trabajo, quien la agredió supuestamente sólo por el hecho de no ser chilena y de piel oscura.
El agresor, identificado como G.D., era el chofer de la empresa donde trabajaba Ericka Ramos, quien le propinó un puñetazo que la dejó inconsciente por unos minutos.
Las lesiones fueron de consideración, específicamente en su pómulo izquierdo y ojo del mismo costado, como también contusiones en la cabeza y cuerpo producto de la abrupta caída. Un ejecutivo de la compañía la llevó a Carabineros, donde constató lesiones y estampó la denuncia. Mientras que el agresor fue desvinculado de la empresa.
Ericka llegó hace un año y medio a Chile en busca de nuevas oportunidades. Es madre soltera y decidió dejar a su niña de 4 años junto a su madre en Ecuador, y se vino con una amiga. 'Me dijeron que en Antofagasta habían oportunidades para salir adelante, así que me arriesgué', sostuvo.
acoso
A la semana de haber llegado, encontró un trabajo en la empresa MegaFrío Chile, donde realiza trabajos de aseo. Ericka cuenta que el clima laboral es bueno, aunque desde el primer día, uno de sus compañeros comenzó a agredirla.
'Él es racista. Siempre me trató mal. Nos tenía que ir a buscar todos los días para llevarnos del hogar al trabajo y viceversa. Comenzó tratándome con garabatos. 'Negra …' y se iba, incluso a veces no me llevaba. Yo hacía como que no escuchaba y le decía a mis jefes lo que él hacía', explicó.
Pasó el tiempo y los insultos aumentaron. Los garabatos eran sostenidos durante toda la jornada. 'Lo mismo le pasaba a un amigo, a quien lo garabateaba por ser negro. Desde Recursos Humanos le llegaron cartas de amonestación y le dieron bastantes oportunidades para que cambiara, ya que era un empleado que llevaba varios años en la empresa. También atacaba verbalmente a dos bolivianas que trabajan conmigo en el aseo', relató Ericka.
cumpleaños
El sábado 19 Ericka llegó a su trabajo, luego de haber celebrado su cumpleaños. Uno de sus compañeros le dio un saludo por su reciente celebración. En ese entonces el agresor entró a la habitación donde estaba Ericka y le dio un portazo.
La joven soltó un disparate por el dolor al momento del portazo, pero sin saber quién lo había hecho. Esto gatilló que su agresor reaccionara de mala manera y la enfrentara. Comenzó una fuerte discusión y, luego de ser empujada, recibió la golpiza.
'Me dijo garabatos y me amenazó con golpearme en la cara, se me acercaba y me daba empujones, luego de la amenaza, me dio un tremendo puñetazo en la cara', relató.
Sus amigas fueron en su ayuda, pero no respondía. Luego de un rato, Ericka abrió los ojos y notó cómo su amiga lloraba. 'Me golpeaban la cara para que despertara. Luego de un buen rato, reaccioné y comencé a llorar, fue un golpe terrible. El caballero seguía insultándome hasta que pude echarlo de la habitación', denunció.
Uno de los ejecutivos de la empresa le ayudó y la llevó hasta la Segunda Comisaría de Carabineros. Luego la llevaron a constatar lesiones, le dieron analgésicos para calmar el dolor y le pidieron que levantara una denuncia.
'Es demasiado. Todo un año insultándome, diciéndome que era un simio que comía banana, que era una muerta de hambre, que me devolviera a mi país. Todo por ser negra, por tratar de triunfar en la vida', precisó.
Fui a la Dirección del Trabajo, donde me dijeron que hiciera unos trámites y la empresa se portó muy bien conmigo. A él lo despidieron y me apoyaron'.
Sin embargo, el tema no quedó ahí. Durante estos días, G.D. ha estado siguiendo a Ericka por las calles del centro cuando ella realiza sus trámites por la demanda en contra del agresor.
'Aceleraba el paso porque sentí miedo. Fui al Sernam también, aunque me dijeron que sólo veían mujeres violentadas por parejas', concluyó la víctima.
