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Corporación Abaroa busca restaurar la histórica casa de la familia Luksic

patrimonio. Vivienda construida en 1920 es monumento nacional, pero hoy presenta un gran daño por el abandono.

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Ubicada en el corazón de la ciudad, la casa Abaroa, construida en 1920 por orden del empresario Andrónico Abaroa, es desde el 2008 un monumento histórico nacional, sin embargo, hoy literalmente es testigo del desarrollo de la ciudad que pasa frente a su puerta, mientras que en el interior todo parece estar relegado a la pérdida, dado que incluso ha servido de refugio para indigentes.

Las ideas para reconvertir esta vivienda tradicional de Antofagasta son muchas, pero la Corporación Abaroa, que reúne a un grupo de ciudadanos que pretenden revivirla, apuntan a crear allí una plataforma cultural para jóvenes.

La idea es que el proyecto sea capaz de unir lo tradicional de la vivienda con un bloque moderno en su parte que da a la costanera, que podría utilizarse para eventos de alto nivel y que además tendrían una privilegiada vista al mar.

Jorge Molina, presidente de la Corporación Abaroa, cuenta que el 2008 detectaron que había personas viviendo en el interior de la casa, que estaba sola y que con el fin de abrigarse en las noches de invierno, sacaron parte de las barandas de la escalera y del segundo piso e hicieron fogatas en su interior.

deterioros

Esas acciones de indigentes, terminaron por hacer un hoyo en el primer piso, poniendo en riesgo la propiedad, que si fuera afectada por un incendio perdería su valor patrimonial, porque reconstruirla sería muy costoso. Por ello, la urgencia de darle un nuevo aire y permitir que la casa se vuelva a llenar de vida y sea un verdadero referente.

De todas formas la institución realizó un estudio de cálculo y de resistencia del inmueble que determinó que está en buenas condiciones, para poder ser destinado a una plataforma cultural, para lo cual debería someterse a un proceso de restauración y habilitación.

La Corporación Abaroa, mantiene ahora guardias privados, sobre todo en las noches y también es utilizado durante el día por la compañía La Huella Teatro, que hace sus ensayos en el interior y que además le da protección, para evitar un incendio, ocupación ilegal u otros daños que se han causados en el tiempo.

Propietario

'El interior de la casa está muy deteriorado, la restauración patrimonial, incluida la construcción de un block posterior -en el actual estacionamiento- al 2008 se había estimado en casi US$4,5 millones', dijo Molina.

Sin embargo, el propietario actual del inmueble es el Gobierno Regional, porque durante el 2004 hubo una permuta entre esta entidad y Fonasa, que recibió un gran terreno en la población Séptimo de Línea a cambio del dominio de la casa, que se materializó el 2008.

Desde esa fecha no hay un pronunciamiento del Gobierno Regional, sobre el uso del inmueble o una entrega en comodato a la corporación, para poder concretar el proyecto de restauración que pretende convertirla en una plataforma cultural destinada a los jóvenes.

espacio

Artistas destacados, bandas de bronces, grupos de teatro, pintura, audiovisuales y otros similares, podrían tener en esta casa un lugar para reunirse, practicar y convivir en un espacio que verdaderamente sería un aporte para el desarrollo cultural de la ciudad, que se convertiría en el punto de encuentro de los creadores.

Para la entrega del edificio en comodato, deberían tomar la decisión los 16 consejeros regionales, que tendrían que determinar su uso para fines culturales.

La casa está llena de historia y luego de haber pertenecido a la familia Abaroa, fue donada al Estado que decidió entregarla en comodato a la Fuerza Aérea. Posteriormente pasó a manos del Servicio Médico Nacional de Empleados y finalmente a Fonasa, que fue la última entidad que ocupó oficialmente el edificio.