Con un nuevo hito en materia astronómica cuenta el currículum vitae de la región en el mundo científico. La próxima construcción del telescopio más grande del mundo (E-ELT) en Cerro Armazones, formará un tridente sin comparación tomando en cuenta el observatorio Paranal y el Radiotelescopio ALMA.

Antofagasta de este modo se consolida como la capital mundial de la astronomía, dando una riqueza impensada a la zona y posicionando el nombre de la ciudad en lo más selecto del firmamento en el estudio del Universo. El proyecto del E-ELT representa un nuevo ingenio del hombre. El espejo tendrá un diámetro de 39, 3 metros (un poco menos de la mitad de una cancha de fútbol), su inversión alcanzará los 1.100 millones de euros y su construcción demorará alrededor de 10 años.

Emplazar esta enorme estructura no es tarea fácil. El proceso de las obras comenzó la semana pasada con la remoción de 5 mil toneladas de tierra y rocas por medio de la primera tronadura en el cerro, a fin de comenzar a levantar una gigantesca explanada para la posterior instalación del centro astronómico.

El megatelescopio estará emplazado a 3 mil metros sobre el nivel del mar, a 20 kilómetros del observatorio Paranal y a 130 al sur de Antofagasta, formando un circuito de lujo en la zona cercana a Taltal.

Las dimensiones del E-ELT son monstruosas y sus proyecciones aún más. El espejo será cuatro veces más grande que el artefacto que actualmente ostenta este cetro, lo que ya habla a las claras la importancia que tendrá en revelar los secretos de los astros. A ello se suma la tecnología más potente y poderosa del orbe.

La construcción de este enorme ojo que mira al cielo es posible gracias a la European Southern Observatory y constituye la iniciativa más ambiciosa de la agencia desde sus inicios. Sus proyecciones son ilimitadas y permitirá tener información sin precedentes debido a la enorme capacidad de su espejo.

Gracias a lo diáfano de su cielo, Antofagasta tiene una nueva y gran veta para salir al mundo. La diferencia es que ahora ésta viene del cielo.

La Corte de Apelaciones de Santiago, en un fallo innovador, determinó que la isapre Cruz Blanca debe financiar una costosa microcirugía fetal por espina bífida abierta, practicada a las 23 semanas de gestación y que resultó exitosa. La intervención permitió a la pequeña nacer sin problemas ni secuelas. Para acoger la protección, la Corte consideró en especial que ningún prestador de la red cerrada de Cruz Blanca ofrecía la alternativa del rescate neurológico preparto, sino cirugía postparto cuando los daños para el bebé eran irreversibles.

Cabe mencionar que el Auge contempla esta intervención pero para realizarse después del nacimiento, en circunstancias que una intervención cuando el feto aún está en el vientre materno puede prevenir una serie de problemas futuros.

Esta sentencia, además de ser la primera referida a microcirugías intrauterinas en fetos, sienta una trascendente jurisprudencia, ya que la protección que la Constitución otorga al derecho a la vida, asegura también la vida del que está por nacer y exige asegurar la mejor calidad de vida que los avances de la medicina pueden brindar a este pequeño.

En efecto, un vacío de nuestra legislación civil, y que muestra la falencia de nuestro sistema de seguros de salud, es precisamente que no otorga protección a la criatura previo al nacimiento, sino sólo a la madre, ya que de acuerdo al Código Civil esta criatura aún no tiene existencia civil.

No obstante, de acuerdo a nuestra norma constitucional y a los tratados internacionales, la criatura requiere protección jurídica desde que se encuentra en el vientre materno. A esta normativa, generalmente interpretada como una imposibilidad de nuestro derecho de aceptar el aborto, se le da hoy una nueva interpretación, ya que con este fallo se confirma la idea de que la vida no sólo consiste en la presencia de signos vitales o en la ausencia de muerte, sino que implica una calidad de vida, lo que sumado a los avances de la medicina implica revisar los contratos de isapres, y también las prestaciones que otorga el Fondo Nacional de Salud y otorgar protección económica a la madre y a la criatura por nacer.

Este fallo también abre la puerta a discutir sobre el derecho que tienen las criaturas que aún no nacen. De acuerdo a la OMS, significa que los Estados deben crear las condiciones que permitan que todas las personas puedan vivir lo más saludablemente, lo que incluye el acceso a una atención sanitaria oportuna, aceptable, asequible y de calidad.