La carreta delante de los bueyes
El refranero popular habla de 'colocar la carreta delante de los bueyes'. Esto tiene acepciones: adelantarse, sin prever el final; hacer las cosas al revés. La reforma educacional en trámite, se pudiera resumir, en razón de su origen y gestión, en los términos señalados.
La carreta se ha puesto delante de los bueyes, porque a la fecha no se sustenta gran parte de lo informado por el ejecutivo en base a estudios que señalen una ruta sistemática, que nos lleve a la calidad, aspiración legítima de padres, profesores y alumnos.
Se aluden ejemplos de Holanda, Canadá, Finlandia. Pero aún, si se acercaran los porcentajes del PIB, entre ellos y nosotros, emulando la inversión, la reforma no se hace cargo de la cultura que ahí existe frente a la educación; la carrera docente; las metodologías. ¿ Se puede pretender que simplemente a más dinero es posible mejor educación?
No se vislumbra en el foco puesto en el uso de los recursos la atención de dos asuntos capitales. La educación inicial, que de no tener protagonismo echará por saco roto todo gasto en el área. Como los olvidados por mucho tiempo, los 5,3 millones de adultos que no tienen IV° Medio, parte sustantiva del círculo de la pobreza educacional, porque si ellos no avanzan, tampoco lo hacen sus hijos, replicando en la prole su misma conducta. ¿ Quién los ha incluido en la reforma en curso? El relato de diversas historias habla de quienes no sacaron las cuentas para concluir un desafío. Los resultados son conocidos. Se tira del hilo y el vestido se transforma en madeja.
Hacer las cosas al revés, es fijar el esfuerzo en el final, cuando es el efecto el que sigue a su causa, a la fuerza que se realiza y en la dirección que se señala. Sin participación de los ciudadanos, no en la mera información, no se atiende la responsabilidad que ellos deben tener en la envergadura de los cambios planteados. La historia recoge resultados que vinieron para quedarse y sumar. Juan Gómez Millas y los estudios que antecedieron las transformaciones impulsadas por Frei Montalva en la educación escolar.
Parece que un programa y la necesidad de aplicarlo a ultranza, por la evaluación que hace la opinión pública de la velocidad de los cambios, manda sobre la reflexión, para atender que aquí está en juego el futuro de años, el progreso profundo, más que tales o cuales promesas de campaña, de 100 días.