Sembrar para diversificar
César Trabucco
En los ahora bucólicos años cincuenta y sesenta, las quintas de la planicie de las Ruinas de Huanchaca, conocida hoy como la Coviefi, un grupo de emprendedores se dedicaba a la producción de hortalizas que abastecían nuestro mercado equilibrando, modestamente, la escala de precios de éstas, generando un poquito de sur en medio del desierto.
Este esfuerzo 'diversificador' hoy encuentra su réplica contemporánea en Alto La Portada donde 700 personas realizan un importante esfuerzo en hidroponía. Los límites que impone el desierto a esta agricultura lo hemos ido venciendo paso a paso, la desalación de agua, el uso de paneles solares para acceder a energía, etc., permiten soñar en grande. La Corporación GEN y el proyecto 'Desierto verde' avanzan por ese sendero.
Otro cultivo es en el mar, el dorado. Por más de diez años nuestra universidad ha generado información biológica relevante para su cultivo y respecto del cual actualmente se encuentran en tramitación más de 30 solicitudes de concesiones de acuicultura para su engorda en mar en nuestra región y que abarcan desde Taltal a la desembocadura de El Loa, muchas de las cuales llevan años en tramitación.
Lo que requiere nuestra ciudad y región es asumir que los límites de lo posible pueden ser corridos a punta de imaginación, esfuerzo y coraje político para asumir que, además de la suerte de la veta, hay otras actividades que podemos desarrollar si queremos darle perspectiva en el tiempo a nuestra ciudad.
Las universidades han hecho esfuerzos en generar el conocimiento necesario para avanzar en estos emprendimientos que requieren, como todos, años de acumulación y articulación de capacidades para hacerlos posible.
En otras latitudes se han requerido veinte o veinticinco años para llevarlos exitosamente adelante y que, al igual que la Muralla China, parten con un modesto e insignificante primer ladrillo.
Las barreras sicológicas que impone la idea de desierto no son fáciles de salvar, pero tenemos que empezar a instalar con fuerza que, al igual que en otras latitudes, es posible sembrar en el desierto y el mar. Para ello, de los recursos que entrega la minería una parte debería estar, exclusivamente, destinados a diversificar. Eso nos acerca bastante más al concepto de sustentabilidad.