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Padre Ramón logra permiso y retoma misas de sanación

milagros. Alrededor de cien fieles acudieron a su primera liturgia en parroquia Salar del Carmen.

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Son las 16.30 horas y los fieles que concurren a la parroquia Salar del Carmen esperan ansiosos la misa de sanación ofrecida por uno de los curas más conocidos de Antofagasta, fray Ramón Miranda, quien pese a pertenecer a la comunidad franciscana, por estos días es el párroco titular de la iglesia ubicada frente a la Plaza del Olivar.

Alrededor de un centenar de personas lo esperaban con cantos y alabanzas a Cristo, preparándose para lo que iba a ser una jornada que podría cambiar su vida. La gran mayoría eran adultos mayores.

Rosa Briceño es jubilada y había escuchado hablar sobre las milagrosas sanaciones que realizaba el cura Ramón Miranda. Hay que recordar que este conocido sacerdote dejó las tierras antofagastinas en 2009 para misionar en el sur.

Tanta era la efervescencia que provocaba este religioso, que los fieles de la capital regional reunieron firmas para que el traslado no se concretara. Sin embargo, no pudieron evitarlo y Miranda estuvo dos años en el sur y el extranjero.

Pero Rosa Briceño lo esperó. Esta mujer jubilada contó que su marido la invitó a participar de la primera misa oficial de sanación. 'Estoy enferma de las piernas y de los huesos, pero además siento mi alma triste. Hace tiempo que quiero sanar este dolor', dice, apenas abre los ojos después del trance que vivió apenas Ramón Miranda le tocó la frente.

Intimidad

Según Ramón Miranda, el arzobispo Pablo Lizama le abrió las puertas de la iglesia y lo puso a cargo de la parroquia Salar del Carmen. 'Vamos a comenzar este año de misiones con la misa de los enfermos. Y estaré acá hasta que Dios diga. Estuve en la comunidad franciscana y ellos me dieron permiso para estar afuera, pero yo me anexé a la diócesis de Antofagasta', sostuvo.

Respecto a su 'don', el cura afirmó que la gente tiene expectativas en muchas cosas. Incluso en la fe. 'Es una tarea difícil, espero en Dios cumplir lo que el Señor me pide para esta comunidad. Acá la gente cree mucho y hay signos de hermosas de sanaciones físicas y emocionales', contó antes de ingresar a lo que sería su primera misa oficial de sanación.

Además manifestó que durante su breve estadía en la parroquia, han ocurrido sucesos bastante inesperados.

'Una niña en silla de ruedas me visitó y ella después salió caminando. Los milagros existen y Dios los hace. A veces es como una sicosis colectiva y otras veces no. Otras veces es algo más íntimo con la gente', subrayó el religioso.