Mujeres
Dr. Cristian Zamorano Guzmán
Jacques Lacan, psiquiatra y psicoanalista francés conocido por sus aportes teóricos, decía que 'la mujer no existía'. Una controvertida frase con opositores, machistas y feministas quienes no entendieron el real alcance de la fórmula, que apunta a indicar que no existe un universal absoluto de la mujer, derrumbando míticas concepciones culturales. 'La mujer' como categoría única es falsa; al igual que con los hombres, existen numerosos perfiles. En realidad, existen mucho más, lo que permite hablar sin vacilar de misterio femenino. Sin embargo, podemos observar que el menosprecio hacia ellas, a lo largo de la historia ha sido constante y generalizado.
Vivimos horas donde la crítica hacia países de régimen teocrático se multiplican, en especial naciones de confesión musulmana donde el trato a la mujer, en caso extremo, es simplemente bárbaro y la reduce a la miserable condición de objeto. Pero tampoco debemos olvidar que en el llamado primer mundo, el simple reconocimiento de sus derechos políticos ocurrió en la segunda mitad del siglo XX, después de la II Guerra Mundial, cuando no se pudo obviar que la mujer era igual al hombre, sino más, y que un reconocimiento de ese hecho a nivel jurídico era imprescindible. Eso… hace menos de 70 años.
En Chile, en 1949 se les otorgaba la posibilidad de hacer uso de su ciudadanía y votar en igualdad de derechos. En 1952, las chilenas votaron por primera vez en una elección presidencial y en 2006 una mujer era elegida Presidenta de la República. Sin embargo, esto no ha emparejado la cancha en todas las aéreas, para nada, y existe un ímpetu grande para que esto se realice y eso, sin duda, también ayudó en algunos aspectos la reelección de Michelle Bachelet.
Sin embargo, algo llama la atención. A la hora, donde el Día de la Madre se transforma cada vez más en una nueva Navidad, donde se celebra el día de la mujer, donde se habla de cuotas legales de mujeres en política, 'la mujer objeto' en el sentido de entregadora de goce, icono sexual, es continuamente promocionada por los diferentes medios creadores de referentes. Sería conveniente preguntarse sobre este fenómeno, porque la vacuidad inherente ha dicho proceso tiene obligatoriamente consecuencia en la percepción que se tiene de la mujer en nuestra sociedad, y será muy dificultoso revertirlo si se continúa sobre la misma senda.