Rousseff garantiza seguridad para las selecciones
mundial. La Presidenta aseguró bases militares para arribos.
La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, planteó que su Gobierno entregará garantías para la seguridad de las 32 selecciones que participarán en el Mundial y de los miembros de la FIFA. 'Garantizo que ningún miembro de la FIFA o de las selecciones extranjeras será importunado', afirmó la Mandataria la noche del jueves en una cena con periodistas deportivos, según recogieron ayer varios medios de ese país.
Según la agencia DPA, entre las medidas adoptadas para proteger a los visitantes está la de reservar las bases aéreas militares para la llegada y salida de los 31 equipos extranjeros que se medirán con Brasil por el título, así como para su traslado por el país para disputar partidos.
La Jefa de Estado brasileña dijo en la reunión que espera pocas protestas, y aseguró que la policía y -si fuera necesario- las Fuerzas Armadas estarán preparadas para evitar actos de vandalismo y problemas para las delegaciones extranjeras que llegarán a ese país.
Rousseff consideró que las autoridades brasileñas aprendieron 'mucho' con la experiencia de la Copa Confederaciones de 2013, cuando se registraron protestas multitudinarias en todo el país en demanda de mejores servicios públicos y una profunda reforma política.
Rousseff, que fue abucheada por 60.000 personas en el estadio de Brasilia en la apertura de la Copa Confederaciones de 2013, admitió que las manifestaciones de hostilidad pueden repetirse el 12 de junio en Sao Paulo, pese a que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anticipó a DPA que la ceremonia inaugural del Mundial se realizará sin discursos.
La Jefa de Estado admitió que el año pasado hubo 'excesos' por ambas partes, tanto de los manifestantes como de la 'represión policial' de las protestas. No obstante, consideró que durante el Mundial, que comienza el próximo 12 de junio, no habrá disturbios porque los manifestantes se portarán 'de forma diferente' ya que, según ella, 'la opinión pública es contraria a la violencia' y al vandalismo.
El jueves Brasil vivió una nueva jornada de protestas en una decena de ciudades contra los altos gastos del Mundial y en demanda de mejores servicios sociales, que derivaron en enfrentamientos puntuales con la policía en Sao Paulo.
A diferencia del año pasado, cuando las manifestaciones fueron espontáneas, sin que fueran convocadas por grupos políticos u organizaciones sociales, las protestas de anteayer fueron organizadas por el movimiento de los 'Sin Techo' y por grupos contrarios al Mundial.
Rousseff debió soportar ayer nuevas protestas en la ciudad de João Pessoa (Paraíba), aunque en menor intensidad que la jornada del jueves.
Un grupo de 200 personas, de grupos indígenas, funcionarios públicos estatales y federales y afiliados a una entidad habitacional levantaron barricadas en un acto oficial de la Mandataria en la capital de ese estado.
En tanto, el Ministerio Público Federal de ese país abrió una indagación para verificar la posible adhesión de policías militares para realizar un paro de actividades durante la Copa del Mundo.
Según el diario O Estado de Sao Paulo, supuestos mensajes de celular transmitidos a través de WhatsApp, en donde algunos funcionarios estarían convocando a una manifestación para el 15 de junio, dieron pie a la pesquisa.