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Sede vecinal abandonada se convierte en una escuela para niños y adultos

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Una nuevo uso tiene una abandonada sede vecinal en el sector "Los Arenales". En el lugar, se están reuniendo niños y adultos con el objetivo de aprender.

De manera espontánea, el lugar se ha transformado en una escuela al aire libre, que se ha dado a la tarea de entregar a los vecinos del sector los conceptos básicos de lectura y escritura.

Mientras que en el caso de los niños, se transformó en un lugar para reforzar sus conocimientos y también para ayudarles con sus deberes escolares.

Hace más de cinco años que la sede de la población "Nuevo Amanecer", ubicada en la esquina de calle Río Maule con María Elena quedó abandonada por distintos motivos. La construcción que tenía todas sus instalaciones, fue literalmente saqueada, quedando sólo su obra gruesa.

En ese lugar, la pastora Teresita Jara, de la Iglesia Apostólica Pentecostal, ubicada frente a la sede, visualizó ahí una verdadera plataforma para ayudar a los vecinos.

"Lo que se me ocurrió fue transformar esto en algo positivo y ayudar a tanta gente del sector que hoy no saben leer ni escribir y también a los niños que necesitan ayuda con sus tareas", contó.

Como pudo se las arregló para juntar material de estudio y también para disponer de las sillas necesarias para instalar en esta sala, que por ahora está al aire libre.

Su idea tuvo eco y fue así como comenzó a recibir apoyo de distintas personas que se comprometieron a aportar con sus conocimientos.

María Cecilia Toro, profesora de francés jubilada, se transformó en la primera docente que asumió la tarea de enseñar en el lugar.

"Yo siempre estoy con ganas de ayudar donde me lo solicitan y este lugar se presta para que los niños puedan tener un espacio para crecer en sus estudios y también para los adultos", dijo.

Cerca de 30 niños y unos 15 adultos, han comenzado a asistir al lugar para recibir educación y ser parte de este proyecto que le cambió la cara a un espacio perdido.

Pero el sueño es seguir creciendo. La iniciativa contempla poder volver a reconstruir el edificio y contar en sus dependencias con una sala de música, para poder enseñar distintos instrumentos.

También existe la idea de poder generar un comedor abierto, donde esta escuela ciudadana se transforme en una verdadera plataforma de ayuda a la comunidad.

De igual forma, esperan poder enseñar algún tipo de oficio en el lugar, para que la gente se pueda ganar la vida con nuevas herramientas.

María Toro dijo que se siente "honrada de poder enseñarle a leer a personas adultas, porque es súper importante que los adultos se sientan confiados de que pueden aprender. Porque siempre hay tiempo para crecer".

Ella misma, se las arregla para preparar material pedagógico que permita hacer más fácil su aprendizaje de las letras y las palabras, para poder llegar algún día a ser capaces de leer y comprender cualquier texto escrito.

"Acá hay mucho consumo de droga y cualquier cosa que uno pueda hacer para cambiar la vida de las personas, es un aporte", contó la pastora Teresita Jara.

La iniciativa, apunta a que todo sea gratuito y abierto a cualquier persona que tenga ganas de aprender.

Mientras que el sueño de quienes conforman esta iniciativa es poder obtener los permisos para hacerse cargo de la sede abandonada, que hoy es propiedad de Bienes Nacionales. Después de eso, esperan conseguir los recursos para reconstruir el edificio, aunque sea con sus propias manos, para así poder contar con un espacio digno para las personas.

Por ahora, se trata de una iniciativa que de a poco está creciendo y que está mejorando directamente la calidad de vida de los vecinos del sector.