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Sonia Cortés 32 años - 1 hijo

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Mauricio tiene cinco años y es el sol de Sonia. Pese a que tuvo que dejar de lado el sueño de seguir una carrera artística, que le ofrecía una beca de canto en Buenos Aires, su hijo hoy llena todo su mundo. "Me enteré de mi embarazo en noviembre y en enero tenía que irme a Argentina, por una beca que me había ganado. Me quedé en Chile, al principio con un rechazo a la maternidad, que cambió con la primera patada del Mauri", comenta Sonia, de profesión psicopedagoga. A sus 25 años asumió la maternidad de su hijo sola, con el apoyo de su familia y trabajando de manera informal, ya que con tres meses de embarazo nadie la contrataría. "Me pagaban pero no tenía contrato, hacía lo que me gustaba en un programa muy lindo, en Calama, que me ayudó a ver la maternidad con otros ojos", recuerda hoy Sonia. El año 2008 nació su hijo, y desde entonces se ha transformado en su compañero de vida, su partner, su amigo. "El me conoce, sabe cuándo estoy triste, cuando me hace falta un cariñito, es mi apoyo". Después de amamantarlo por 8 meses, Sonia volvió a trabajar, contando con el apoyo de un familiar para el cuidado de su hijo. Al consultarle a Sonia por la posibilidad de tener un segundo o tercer hijo, su respuesta es categórica. "No, no podría tener otro, totalmente cerrada a esa posibilidad, porque no me veo compartiendo el cariño tan grande que le tengo a mi hijo con otro. Y antes del Mauri yo pensaba en tener cinco, pero ahora no. Además que mi postparto fue muy complicado, después de la cesárea me costó mucho recuperarme, así que no. Con él es suficiente".

hijos por mujer 1,91

Fresia Cortés 87 años - 6 hijos

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Muy lúcida, esta madre, abuela y bisabuela, recuerda sus primeros días de mamá. Fue en 1945 cuando esta mujer nacida en Chacabuco dio a luz su primer hijo, Carlos Alberto, por parto normal y a la edad de 19 años, justo un año después de contraer matrimonio. Al año siguiente nació su segunda hija, Fresia, también por parto normal, el cual se llevó a cabo en casa, bajo la supervisión de una matrona. Su último hijo nació en 1960, totalizando 6 partos, todos naturales. En aquellos años, recuerda Fresia, la mamá se dedicaba en 100% al cuidado de sus hijos, y al enfermarse alguno de ellos, no importaba la hora, ella lo llevaba al hospital. "Antes uno podía caminar a cualquier hora por las calles del centro, sola con mi hijo partía. Ahora no se puede". Las tasas de mortalidad infantil en los 60' alcanzaba los 117,6 niños por cada mil niños nacidos vivos, por enfermedades tratables hoy en día. Así lo vivió Fresia con sus dos hijos mayores, quienes fallecieron a los 5 y 4 años. "El mayor se contagió de meningitis, y se la pasó a su hermanita. Tuvimos que pedir los remedios a Santiago". Pese a este duro golpe, siguió adelante por sus otros hijos. Otro aspecto diferente es el rol del padre. En el caso de Fresia, su esposo trabajaba en la minería, primero en Mantos Blancos y luego en Chuquicamata, por lo que bajaba los fines de semana, días en los que realizaba todas las compras de la casa. "Él me dejaba dinero para las compras de la semana, que eran en la carnicería de la esquina, o el almacén de al lado. Ahora ya no existen negocios chicos. La gente ni siquiera conoce a sus vecinos".

hijos por mujer 5,39

Dinalva Cuello 63 años - 2 hijos

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lEn su oficina, en el centro de Antofagasta, esta mujer nortina nos cuenta cómo vivió el ser madre en los años 70'. Comenzaba la integración de las mujeres al trabajo, y se vivían tiempos difíciles en Chile. Dinalva trabajaba, y en su primer embarazo, a los 23 años, debió partir en pleno toque de queda al hospital, con la fuente rota y contracciones. Con el miedo de ser interrogados en las calles o que les dispararán los militares. "Fueron los marinos los que me ayudaron y nos pasaron una banderita blanca para ir marcando el camino. Pese a que llegamos al hospital, tuve cesárea, por el largo rato que pasó", recuerda hoy a sus 63 años. En esos tiempos, Dinalva contó con el apoyo de su madre en el cuidado de su hijo, ya que no existían salas cunas. Su segundo embarazo vino mucho después, en los años 90, cuando nació su hija, la cual también tuvo por cesárea, pero en la clínica. Con la cual contaba ya con los pañales desechables, y con quien fue mucho menos aprensiva que con su primer hijo. "Hoy con jardines y nanas, los niños son mucho más independientes y desde más chiquititos, lo que hace que se pierda el apego tan especial que se da entre una madre y su hijo". Comenta que un factor positivo que se ve hoy es el rol más comprometido de los padres. "Antes uno hacía de mamá y tenía que asumir todo. Era casi imposible ver a un hombre con coche o cargando una guagua. Eso ha cambiado, y el papá ahora está más cerca del hijo. Si uno trabajaba antes, tenía que asumir todo, ahora el hombre es más colaborador".

hijos por mujer 4,05

Dayanne Márquez 33 años - 4 hijos

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A punto de terminar su enseñanza media, Dayanne se enteró de su embarazo. Pese a que tomaba anticonceptivos, a los 18 años concibió a Sebastián. A fines de los 90, el embarazo adolescente era mal visto por los colegios, y cuando su panza de 8 meses se abultó bajo el jumper, le pidieron que dejara de ir al colegio. Durante sus primeros meses de mamá contó con el apoyo de sus padres y de la abuela paterna de su hijo pudo cuidar a su bebé mientras ella continuaba con su formación, la cual se desarrolló en la UCN, puntualmente en la carrera de Periodismo. En medio de su vida universitaria, y con un hijo bajo su responsabilidad, Dayanne se embaraza de su segundo retoño, Nicolás. "Tuve harto apoyo siempre, y lo que me complicaba en ese tiempo era el ir a clases, tener que estudiar, y yo muchas veces llegué a la casa y ellos ya estaba con pijama, durmiendo. Eso me daba mucha impotencia, pero de a poco comienzas a disfrutar esos pequeños momentos".

En su segundo embarazo, Dayanne contrajo matrimonio, y después de tres años nació su tercer hijo. "No pensaba tener más hijos, fue un mal cálculo, pero con él siento que me titulé de mamá. Tenía más tiempo, estaba más madura, y aproveché más tiempo con él". Después de titularse como peridista, nace el cuarto retoño de Dayanne, y decidió postergar su carrera para dedicarse a la maternidad por un año. Hoy corre entre su trabajo en el canal de televisión VLP, el colegio de sus cuatro hijos, las reuniones de apoderados, y el tiempo de esparcimiento. "Uno aprende a pensar el doble, a organizarse, a desdoblarse y responder todo".

hijos por mujer 2,50