Por el delito de estafa la Fiscalía Local formalizó a los jugadores y la crupier que son acusados de manipular de manera fraudulenta las cartas que les permitieron realizar una escala real y cobrar $63 millones en una mano de póquer en el casino.

La semana pasada la PDI recibió a las cuatro de la madrugada una llamada de Enjoy, alertando que cuatro jugadores y una trabajadora del casino realizaron maniobras ilegales para alcanzar una escala real. Las cámaras comprobaron el delito flagrante y la Brigada de Delitos Económicos de la PDI detuvo a tres de ellos y la crupier.

Según informó el Ministerio Público, tras la formalización de cargos, los acusados se reunieron en la casa de la abuela de T.J.B.M., de 27 años. Allí planearon la estrategia que les daría acceso a la combinación de cartas para el premio mayor de la partida de póquer.

Sin embargo, para que la estrategia resultara, era necesario que el crupier de la mesa estuviera confabulado con ellos. Esto llevó a que contrataran a la trabajadora del casino identificada como B.E.N.N., de 25 años.

Con un método en el que todos los jugadores deben ordenar y marcar las cartas de una manera precisa, acudieron a Enjoy. Cuando lograron la escala real, por protocolo la empresa revisa las cámaras de seguridad antes de pagar un premio cuantioso.

De esta manera descubrieron que la crupier de 25 años no barajó las cartas según lo estipulado por el casino, notando la maniobra ilícita. La PDI detuvo en flagrancia a tres jugadores y la trabajadora del recinto. Mientras que otros dos implicados prestaron declaración ante la policía y el fiscal más tarde.

La formalización terminó con la prohibición de acercarse a Enjoy a los seis acusados y el plazo de investigación fijado por el Tribunal de Garantía es de 90 días.

Sólo un examen de ADN permitirá saber si el cuerpo calcinado que se encontró al interior de la vivienda de calle Pedro Gamboni, y que el fin de semana fue consumida por el fuego, corresponde a Mario Ogalde Pizarro.

Para esclarecer las circunstancias en que se produjo el fatal siniestro en el sector sur de la ciudad, el fiscal Mario Concha dispuso la realización de varias diligencias.

Entre ellas, encargó al Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) que desarrolle varias indagaciones y análisis.

Una de esas diligencias será la toma de muestras comparativas con los familiares del presunto fallecido. El examen de ADN será el único que permitiría establecer si se trata efectivamente del joven, hijo de Alicia Pizarro, la dueña de casa.

El fiscal también dispuso diligencias para esclarecer por qué se produjo el incendio, si se trató de un desperfecto eléctrico u otra situación.

Durante la madrugada del domingo, Bomberos concurrió al sector de Playa Blanca alertados por un llamado que daba cuenta de un incendio que consumía varias piezas de material ligero.

Una vez que terminaron de sofocar las llamas, hicieron el sorprendente hallazgo del cadáver calcinado.

La noticia se esparció por todo el sector. Aunque la familia tenga dudas respecto a la identidad, y mantienen la esperanza de que sea otra la persona que murió calcinada, es probable que se trate de Mario Ogalde.

A objeto de establecer si el origen del incendio fue casual, o eventualmente pudo existir la intervención de terceros, el fiscal ordenó la realización de las diligencias.

En la casa siniestrada vivía la dueña de la vivienda Alicia Pizarro, con una hija, 2 nietos y un bisnieto de sólo meses de edad.

Durante el incendio trabajaron seis compañías de bomberos, cuyo trabajo evitó que el fuego se propagara a otras viviendas adyacentes a la casa siniestrada ubicada en Pedro Gamboni a la altura del Nº 0600.

La parte sólida del segundo piso está arrendada a una familia, mientras que el hijo de Alicia vivía en las piezas de madera que terminaron incendiándose y que ocupaban el segundo y tercer piso.