"El puerto proyecta aumentar las exportaciones de concentrado a 3 millones de tons. anuales para 2018"
El conflicto del galpón desenmascaró una crisis ambiental de proporciones, causada por la actividad portuaria: 780.000 toneladas de concentrado de cobre anuales se exportan y llegan al puerto a través de camiones encarpados, atravesando la ciudad desde el 2005.
La especificidad del tipo de carga deja en evidencia el subdesarrollo de nuestra logística portuaria: los puertos son agentes de la diversificación económica de las ciudades, lamentablemente en el caso nuestro, son de uso exclusivo para la actividad minera y están relacionados con empresas del rubro, Puerto Coloso con Minera Escondida, el terminal ATI es parte del grupo Luksic y Puerto Angamos al servicio de Codelco.
El puerto de Antofagasta proyecta aumentar las exportaciones de concentrado de cobre a tres millones de toneladas anuales para el 2018, pero por el conflicto del galpón se pone en entredicho esta proyección.
En los últimos diez años todos los países que procesan concentrado de cobre, han tenido cambios relevantes en términos de exigencias medio ambientales. Se agrega la idea a nivel mundial, que las impurezas y elementos contaminantes, especialmente arsénico, no serán aceptados en los distintos países. Esto nos hace ver que a futuro su comercialización será cada vez más restringida y riesgosa.
La exportación de concentrado de cobre paga tres veces más por flete que exportando cobre refinado; el concentrado contiene solamente un promedio de 30% de cobre y se agrega 35% de azufre, 8% de agua, 2% de molibdeno y 25% de otros.
Los concentrados de cobre se procesan en fundiciones de China, Japón y Corea del Sur, que son grandes productores de molibdeno y ácido sulfúrico, este último de gran importancia para la actividad cuprífera regional. En la actualidad el azufre y el molibdeno que se exporta con el concentrado de cobre, no paga flete ni impuesto.
La solución, a mi entender, es seguir el ejemplo de Indonesia: mayores impuestos a las exportaciones de concentrado de cobre, que obliguen a la minería privada o en su defecto que Codelco, desarrolle fundiciones, logrando autoabastecimiento de ácido sulfúrico, aumentar la producción de molibdeno, detener la contaminación del medio ambiente de los puertos y de nuestra ciudad, además un mayor ingreso al erario.