Mientras avanza la investigación judicial en contra de un estudiante de sexto básico de la Escuela D-85 "Rómulo Peña", de 15 años, quien habría atentado sexualmente en contra de dos compañeros de 11, la Unidad Sicosocial de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS) busca la mejor alternativa para enfrentar el problema.
Maylin Ávalos, jefa del organismo de la CMDS, dijo que "no podemos salvar a 34 niños, por decir un número, y matar a uno. Estamos hablando de un niño que es menor de edad y como tal no podemos vulnerar sus derechos".
El adolescente fue derivado hace un año, por el Tribunal de Familia, luego que había presentado una denuncia similar con anterioridad.
La profesional dijo que se prestará una ayuda integral al niño, con la participación de neurólogos, sicólogos, siquiatras y con un equipo sicosocial completo en su intervención.
"Yo creo que si hacemos un buen tratamiento, unas intervenciones adecuadas de aquí a fin de año, se podrían lograr muchas cosas por este niño", dijo.
En adelante el trabajo estará dirigido a apoyar a los alumnos, padres y profesores, con el fin de entregar herramientas que les permitan desarrollarse en la parte afectiva y emocional frente a este caso.
Paralelamente se está estudiando reubicar en otros colegios tanto al niño acusado de violentar a sus compañeros, como a quienes figuran como los agredidos.
Mientras que en el caso del adolescente supuestamente agresor, se está pensando en hacerle una convalidación que le permita subir de sexto año y estar con niños de su edad.
Aunque de todas formas no se trata de un alumno aventajado en sus estudios, lo que provocaría un daño académico que también habría que enfrentar.
Ávalos sostuvo que "en un futuro cuando otro niño sea derivado por el Tribunal de Familia, este venga acompañado por un tutor y un equipo de intervención más controlada".
La sicóloga Ginger Peralta, supervisora técnica de la unidad sostenedora, dijo que primero habría que descartar una patología de base, para después comenzar con un proceso de intervención.
"Un niño con conductas no adecuadas para su edad, obliga a indagar si estos actos se deben a un desarrollo sicosexual o son una respuesta a un abuso sexual o exposición a pornografía", planteó.
Por otra parte, aquellos niños que figuran como víctimas de este adolescente, deberían seguir un proceso reparatorio.
La asistente social Andrea Chelmes, supervisora del área legal y las redes intersectoriales de la CMDS, manifestó que la Escuela D-85 es altamente vulnerable, primero por el sector donde está ubicada, hasta la situación que viven muchos de los estudiantes en sus hogares con una serie de problemas.
Ahora que se vive esta situación en el colegio, también asume que se deberá trabajar con toda la comunidad educativa. "Nosotros entendemos que acá hay padres y madres que están afectados con el tema. Que están pasando desde la pena a la rabia y que van a pasar por un montón de emociones y nuestros profesionales están capacitados para darles la contención ante la crisis".
Los padres de los dos niños que figuran como víctimas de este caso, concurrieron a presentar una denuncia ante la Superintendencia de Educación (SIE), que esta jornada sostendrá una reunión con el director y otras autoridades de la Escuela "Rómulo Peña".
El director regional de la SIE, Hugo Keith dijo que "ante la ocurrencia de cualquier hecho de connotación sexual los recintos educativos deben contar con protocolos de actuación en el reglamento interno con el fin de que los establecimientos educacionales sepan cómo actuar".
Sobre eso se investigará al colegio para ver cómo actuó ante esta denuncia y si se tomaron las medida adecuadas.