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Las historias de los bomberos que fueron en ayuda de Valparaíso

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Tras las dramáticas imágenes que los medios de comunicación emitían del incendio que afectó a Valparaíso hace dos semanas, todo Chile se sensibilizó con los porteños y en especial con los bomberos del puerto que trabajaron por largas horas sin descanso para controlar la emergencia que dejó más de 2.500 casas destruidas.

Por ello, el martes 15 de abril, un grupo de 75 voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta emprendió el rumbo a la zona de la catástrofe con el fin de ayudar en la remoción de escombros, entrega de ayuda y realizar un revelo de los efectivos de Valparaíso que ya evidenciaban el cansancio de largos días de trabajo ininterrumpidos.

La experiencia vivida en eso siete días en que convivieron con la desolación de las familias que perdieron todo marcó sus vidas como ellos mismos comentaron.

El martes 15, los efectivos viajaron en dos grupos. El primero de ellos lo hizo vía aérea a la zona central, mientras que el segundo lo realizó vía terrestre un par de horas después tras ser despedidos por la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, en el frontis de la municipalidad, junto con despachar más de cien toneladas de ayuda que los antofagastinos alcanzaron a reunir para ir en ayuda de los damnificados.

Uno de los voluntarios que participó en esta comitiva de ayuda es Miguel Troncoso de la Tercera Compañía, quien catalogó la zona afectada como devastadora.

"La ciudad era un desastre total, era como su hubieran tirado una bomba atómica entre medio de los cerros", señala Troncoso.

Al llegar a Valparaíso, los efectivos se pusieron de inmediato a disposición del cuerpo bomberil de la ciudad, destinando a los antofagastinos a la remoción de escombros y limpieza de calles para el acceso de los camiones con ayuda que llegaba de todas partes del país.

"Fuimos a los sectores en donde fue el incendio y la imagen era catastrófica, nos sorprendió. Allá también hicimos el relevo de los efectivos que se notaban completamente cansado, muchos de ellos perdieron hasta sus casas, fue algo terrible", añadió el voluntario.

El comandante (s) del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta, José Machuca, destacó la participación de las fuerzas de emergencias antofagastinas en el lugar afectado.

"Se colaboró mucho en la zona de catástrofe. La idea era ir a desgastarse un poco y a trabajar y los muchachos cumplieron el objetivo. Era impresionante ver como 2.500 casas simplemente desaparecieron, además de las caras de las personas afectadas que se sorprendían de que viniéramos de tan lejos a ayudarlos. Trabajamos todo el día y a veces nos devolvíamos al cuartel desfilando y la gente nos aplaudía como si fuésemos héroes", agrega la máxima autoridad bomberil de la capital regional.

Sin dudas, la experiencia vivida en la zona central marcó un crecimiento en los voluntarios que llegaron a aportar.

Pedro Henríquez, de la Tercera Compañía se mostró sorprendido por la capacidad de la gente de Valparaíso para resistir esta emergencia y seguir luchando por sus sueños.

"Dentro de toda la destrucción que se produjo producto del incendio, lo que más llamó la atención fue la capacidad de la gente para poder levantarse de esta tragedia, tirar para adelante y seguir levantando su casa, tratar de surgir de nuevo, lo que es muy difícil porque vimos gente que simplemente quedó con lo puesto y estuvo así por largos días", sentencia el efectivo.

Además, Henríquez comenta que esta experiencia hizo crecer a los bomberos de Antofagasta, ya que vieron situaciones que en la zona norte no se dan.

"Fue bastante gratificante el hecho de poder ayudar y contribuir en algo, es lo que nos motiva a estar en esta institución. Estamos muy conforme con lo que hicimos ya que esto nos une más como cuerpo de bomberos ya que eras de distintas compañías ayudando a la gente", agregó.

Una de las aristas fundamentales que los voluntarios antofagastinos debieron manejar en la zona de emergencia fue la sicología por las fuertes imágenes que vieron en el lugar.

El teniente Carlos Cuello explica que para ello existió mucho apoyo mutuo tanto entre los voluntarios que viajaron y los efectivos de Valparaíso.

"Existió mucho apoyo entre los compañeros y con la gente de allá, especialmente con los camaradas de Valparaíso, porque ellos son los que sicológicamente están más dañados. Era sorprendente como nos ayudaban y nos apoyaban a ayudar a la gente que obviamente lo necesitaba y atacar otro tipo de incendio que acá en la zona norte no se ve", esgrimió.

Al mismo tiempo, señaló la sorpresa por la gran cantidad de ayuda que llegó al lugar, aunque aseguró que mucha de ellas no tenía ninguna utilidad para los afectados.

"Llegaban cocinas, refrigeradores o elementos electrónicos completamente nuevos, pero no les servían de nada a la gente, porque simplemente no tenían casas. Llegó mucha ayuda, pero no todo servía y ahí nosotros teníamos que participar para entregar correctamente las cosas que llegaban, especialmente la ropa y la comida", finalizó Cuello.