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Alzheimer afecta más a las mujeres

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La cocina oriental se precia por el menú saludable que sigue sumando popularidad en el mundo occidental. Además del arroz y el pescado, uno de sus productos estrella, el té verde, posee propiedades contra el cáncer, las enfermedades del corazón y la diabetes tipo 2. Ahora, un estudio del Hospital Universitario de Basilea (Suiza), demostró que esta bebida mejora las funciones cognitivas del cerebro, en especial la memoria de trabajo, la cual implica los procesos usados para la memoria a corto plazo y la manipulación de la información.

Los resultados médicos, publicados en la revista Psychopharmacology, revelan que los mismos antioxidantes del té verde aumentan la conectividad entre la corteza frontal y parietal del cerebro. Para ello se estudió a 12 voluntarios sanos con una edad promedio de 24 años.

Sin saber de qué se trataba el contenido, la mitad recibió una bebida láctea que contenía 27,5 gramos de extracto de té verde. La otra parte bebió solamente leche.

Luego, los integrantes realizaron una serie de actividades relacionadas con la memoria, mientras los especialistas monitoreaban a través de resonancia magnética.

El resultado determinó que quienes consumieron la bebida con el té verde tuvieron una mayor conectividad entre el lóbulo parietal superior derecho y la corteza frontal del cerebro, ambos asociados a un mejor desempeño de la memoria de trabajo.

Los expertos también señalaron que el té verde podría ayudar al tratamiento del deterioro cognitivo como la demencia, un trastorno neuropsiquiátrico que afecta a unas 35,6 millones de personas en el mundo, y cada año se registran 7,7 millones de nuevos casos, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El mal de Alzheimer es la causa de demencia más común y acapara entre 60% y 70% de los casos. Esta enfermedad es una de las principales causas de discapacidad y dependencia en mayores, según la entidad.

De acuerdo a las estimaciones arqueológicas, el té verde se consume desde hace más de cinco mil años y se originó en China. Cuando cayó el imperio mongol en la Dinastía Ming, la bebida se masificó, puesto que sólo las familias privilegiadas tenían acceso a esta hierba.

Pero no fue hasta el siglo XV que empezó su comercialización a nivel mundial. En la cultura tradicional de Japón, la ceremonia del té es un ritual que fomenta las relaciones humanas y es un símbolo de hospitalidad.

Diversos trabajos científicos han realizado múltiples estudios para determinar los beneficios del té verde, que tiene propiedades antioxidantes al estar compuesto por vitaminas C y E.

Yasutake Tomata, de la Escuela de la Universidad de Tohoku, demostró que las personas de edad avanzada que consumían cinco tazas de té verde al día, mejoraban sus capacidades cognitivas en comparación a las personas de la misma edad que bebían una taza de té verde al día. Incluso más, para Tomata, una dieta balanceada es un factor importante para no ver deterioradas las capacidades mentales con el tiempo, pero el consumo de té verde sería el factor definitivo para mantenernos activos y lúcidos al envejecer.

Entre los resultados se ha podido comprobar que puede prevenir la aparición del glaucoma, las enfermedades de los dientes y disminuye el riesgo de muerte cardíaca. También ayuda a combatir la obesidad.

Un estudio realizado en la Escuela Médica de Atenas (Grecia) determinó que 30 minutos después de beber una taza de té las arterias del organismo se dilatan. Esto previene problemas circulatorios y las variaciones de la arteriosclerosis.

La investigación también determinó que uno de sus componentes, la epigalocatequina, promueve el crecimiento de las células óseas hasta en 79%. El estudio fue publicado en 2013 en el Journal of Agricultural and Food Chemistry.

De acuerdo a un informe entregado por la Asociación de Alzheimer en Estados Unidos, las mujeres de más de 60 años tienen el doble de probabilidad de desarrollarla en comparación al cáncer de mama. El mismo estudio indica que la enfermedad afecta a más mujeres que hombres en el mundo. Se estima que dos de cada tres pacientes de Alzheimer son mujeres y más de la mitad de ellas no tienen mayor información al respecto. Los esfuerzos apuntan a una temprana prevención.