Secciones

Enfermos marcharon en Antofagasta y Calama

E-mail Compartir

Más de 10 mil personas se congregaron ayer en Santiago, en la denominada "Marcha de los enfermos", que pide la creación de un Fondo Solidario Universal que financie tratamientos para enfermedades crónicas y poco frecuentes.

Entre ese mar de gente, con un cartel pegado a su cuerpo marchó María Figueroa, madre de la antofagastina Marisol Reyes, quien después de una fallida cirugía bariátrica estuvo 6 meses en coma inducido, adeudando hasta ahora más de 600 millones de pesos por prestaciones médicas.

Mientras su madre la representaba en Santiago, amigos y familiares en Antofagasta también se manifestaron en la plaza Colón, pidiendo mejoras al sistema de salud, y justicia por la presunta negligencia médica de la que fue víctima Marisol en agosto de 2012.

Hoy, la antofagastina de 40 años, cumplió un año en Santiago, donde permanece hospitalizada en la Clínica Dávila, por diferentes cirugías a las que ha tenido que someterse para reconstruir su sistema digestivo, el que fue dañado severamente por la cirugía bariátrica que la dejó al borde de la muerte.

Marisol fue traslada a Santiago por la bajísima cobertura que prestaba isapre Banmédica en Antofagasta y por la negativa de la institución privada a cursar el seguro de enfermedades catastróficas.

En tanto, en Calama, el caso del pequeño Daniel Lira Díaz (10) generó gran adhesión a la marcha. Telma Castro, convocó a la comunidad a unirse a la iniciativa nacional, porque hace una año junto con su hijo comenzó una lucha incansable por su nieto. "Nosotros a causa de su enfermedad nos dimos cuenta de lo costoso que es sobrevivir a una patología poco común en Chile, porque los tratamientos son demasiado caros y no hay bolsillo que aguante", sostuvo la mujer.

"Mi hijo debe tener 20 millones de pesos mensuales para comprar la droga que le están suministrando a mi nieto, el que hoy sufre de una placea medular severa y si no se le coloca este medicamento su vida se pone en riesgo. Esta patología es parecida a la leucemia, pero como no está codificada por las isapres no las cubre", explicó Castro.

Niña debe $300 millones tras muerte de su madre en clínicaHerencia de las deudas

E-mail Compartir

A sus 13 años Javiera Castillo conoce muy bien las enormes fallas de nuestro sistema de salud. Debe 300 millones de pesos a la Clínica Santa María de Santiago después del deceso de su madre, Mónica Olave.

La deuda se generó por las diversas intervenciones a las que tuvo que ser sometida Mónica, debido a la leucemia que la aquejaba y terminó acabando con su vida cuando apenas tenía 39 años.

Javiera fue una de las manifestantes que durante el mediodía de ayer se reunió en la plaza Colón de Antofagasta por la Marcha de los Enfermos.

La alumna del Colegio San Esteban explicó que se enteró por Facebook sobre la existencia de ésta cuenta millonaria, después que una tía lo posteó. "No lo podía creer, pero como mis papás estaban divorciados y soy su única hija, heredé la deuda", dijo.

Su tía Nancy Olave, relata que sólo por los últimos 13 días que pasó su hermana en la clínica, cobraron 27 millones de pesos. "Apenas ella falleció se acercaron a decirnos que no nos olvidáramos que la deuda se mantenía", recuerda Nancy.

Javiera supo el 2011 que su mamá tenía una grave enfermedad -leucemia linfoblástica- después que viajó a Santiago a verla cuando estaba internada, ya que en un primer momento Mónica no quiso contárselo. Su madre debía gastar más de un millón y medio de pesos mensualmente en medicamentos.

Después del periodo de quimioterapia de Mónica, comenzó un proceso para encontrarle un donante de médula. Un hermano menor resultó 100% compatible lo que abrió la esperanza. Pero después de efectuarse el trasplante -el año 2012-, su organismo no reaccionó como se esperaba.

Mónica Olave era funcionaria del BancoEstado de Antofagasta y su caso fue difundido por los medios a nivel regional y nacional. De hecho, alcanzó a participar de la Marcha de los Enfermos del año pasado organizada por el periodista Ricarte Soto (también fallecido posteriormente), siendo invitada al matinal de Televisión Nacional a contar su historia. En ese momento ya debía 210 millones de pesos. "Uno está en proceso de recuperación, de salir adelante y te llaman para cobrarte, lo que te baja el ánimo nuevamente", contó en esa ocasión, agregando que "lo que más extraño es a mi hija".

En mayo de 2013 volvió a Antofagasta a pasar el día de la madre con Javiera. Fueron sus últimos días en esta ciudad. Dos semanas después volvió a Santiago, enfermando de neumonía y falleciendo en junio del año pasado.

Su hermana Nancy manifestó que ya se han pagado 100 millones de pesos, dinero que se recaudó vendiendo un vehículo y un departamento, además de las colaboraciones de amigos que juntaron fondos a través de beneficios. "Si no, la deuda sería mucho mayor".

Según la ley chilena, las deudas se traspasan a los herederos legales. Para evitarlo, existen dos posibilidades: renunciar a la herencia o aceptarla con "beneficio de inventario" al hacer la posesión efectiva. Esto es, que si las deudas sobrepasan los bienes de la herencia y los familiares deciden aceptarla, solo serán responsables de ellas hasta el valor total de los bienes heredados (fuente: Biblioteca Congreso Nacional). En el caso de Javiera, su madre le había dejado dos departamentos (todavía no se hace la posesión efectiva), pero sus valores comerciales no cubren los 300 millones de pesos de la deuda, por lo que el acreedor se quedaría con ambos.