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Cuestión de identidad

Las tres últimas autoridades comunales han definido colores distintos para Antofagasta: Naranjo, celeste y rojo. Ello es un sinsentido absoluto.

Es cierto que al chileno le cuesta pensar en el largo plazo, pero en estas ocasiones se está sobrepasando la lógica de la más mínima racionalidad, sin contar los costos económicos de tales "refundaciones".

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Los colores institucionales de Antofagasta en los últimos años han pasado por todo el arcoiris cromático, detalle que ha sido más determinado por aspectos políticos, que por cuestiones objetivas, o que requirieran un análisis mayor, en términos de significación, simbolismo y representatividad.

Así pasamos por el tono naranja del exalcalde Daniel Adaro Silva; luego al celeste de la actual diputada Marcela Hernando Pérez y hoy al rojo de la jefa comunal, Karen Rojo Venegas.

¿Hubo un estudio que validara las decisiones de los tres ediles mencionados? Seguramente no. Con toda certeza, cada uno quiso imponer su "particular sello", es decir, determinando, por medio de los colores, las algunas "definiciones" de su actual administración.

Hoy se pintan los basureros de color escarlata -seguramente para marcar el apellido de la jefa comunal- mañana pueden ser azules, violetas o verdes, según el parecer de quien esté sentado en el edificio de Séptimo de Línea, detalle que parece tan insólito como equivocado.

Chile y sus autoridades tienden a pretender "refundar" las definiciones fundamentales cada vez que asumen una cuota de poder; pasa recurrentemente en el Ministerio de Educación y otras tantas carteras, donde se pretende destruir lo avanzado y levantar desde cero las coordenadas que en el momento parecen resultar las "apropiadas".

Es cierto que al chileno le cuesta pensar en el largo plazo, pero entrar a este tipo de decisiones ya parece una sinrazón, tanto por el gasto de recursos que bien podría evitarse, como por las definiciones de ciudad, país o espacio que deben consagrarse con criterios que sobrepasen una administración.

Al mismo nivel se suman los eslogan de la ciudad: cada jefatura define algo distinto, gastando millones en estudios con empresas especializadas, pero resultando -por lo general- absolutamente de corto plazo y sólo comprensibles y útiles para la autoridad que pagó por ello.

¿Seremos capaces de resolver algo tan sencillo?

Un proyecto de clase mundial

"Justo cuando estamos a punto de producir, nos vemos envueltos en una ingrata polémica".

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Hace doce años comenzó a ser realidad lo que hoy es Sierra Gorda Sociedad Contractual Minera, un nuevo gran proyecto de clase mundial en la Región de Antofagasta. Nadie dijo que sería fácil: ¿polacos aportando a la minería en Chile? Efectivamente, en eso estamos, gracias a inversiones logradas por la confianza mundial que existe en Chile y su institucionalidad. Nuestra apuesta es total y no hemos descuidado ningún detalle.

Somos orgullosamente mineros y hacemos lo que mejor sabemos hacer: minería. El transporte y la actividad portuaria la confiamos a quienes saben de ello, a quienes lo han hecho durante décadas y a quienes respetamos por su trayectoria.

Estamos seguros de haber cumplido con todos los pasos que indica la ley. Sin embargo, justo cuando estamos a punto de comenzar nuestra producción, nos vemos envueltos en una ingrata polémica que se ha generado en torno a un nuevo galpón, en el Puerto de Antofagasta, situación que frustra y desalienta. Sobre todo por las aseveraciones desinformadas que han emanado desde distintos sectores.

Si es efectivo que existe un problema de contaminación en la ciudad, no fuimos parte de él. ¿Cómo podríamos serlo?, si todavía no hemos movido ni un solo gramo de nuestra producción. Y sin embargo podemos perfectamente ser parte de la solución, si nos abrimos al diálogo constructivo y al entendimiento. ¿Por qué tanta campaña del terror?, se trata del más importante producto de Chile, calificado como sustancia no peligrosa por todas las normas nacionales e internacionales. La forma en que se ha aprobado el transporte y manejo en este proyecto; con vagones herméticos, correas entubadas y almacenamiento con presión negativa, subirán los estándares para todos en adelante; y además podemos desarrollar otras iniciativas que ayuden a atacar el problema histórico.

Estamos dispuestos a entregar todo nuestro conocimiento y experiencia para mitigar los efectos de la contaminación acumulada en la ciudad, tarea a la que invitamos a todos, como punto de partida de una relación de largo plazo, basada en el respeto, la confianza y la franqueza. Esa es nuestra forma de actuar, porque más allá de nuestros valores corporativos, son nuestros profundos principios personales.

Gerente General Minera Sierra Gorda