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Profesionales son los más afectados por alza de viviendasPrioridad: Calama y Taltal

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El sueño de la casa propia parecía cercano cuando por primera vez se adjudicó el subsidio habitacional para la clase media en el 2011, justo el año donde se creó este beneficio. David Pastén, periodista, después de meses de búsqueda, sin tener mayor suerte, tuvo que renunciar a la posibilidad de comprar una vivienda después que había esperado por años esta oportunidad.

El profesional que un año más tarde volvió a insistir al adjudicarse por segunda vez el subsidio para comprar una vivienda de 2.000 UF (lo máximo que permite el beneficio), corrió la misma suerte. Durante un año trató de encontrar un inmueble en Antofagasta que no superara este valor, oferta que en la práctica no existe en la ciudad desde hace bastante tiempo.

El problema se repite entre los profesionales que no pertenecen al sector minero y es aún más crítico para quienes ganan sueldos que no superan los $800 mil, considerando que el valor de los departamentos en la actualidad promedia los $92 millones y el de las casas alcanza los $168 millones, factor que reduce casi al mínimo las opciones de compra para este segmento de la población.

Rubén Espinoza llegó hace tres años a la ciudad desde La Serena en busca de mejores opciones laborales y las encontró al poco tiempo.

El prevencionista de riesgo tardó sólo dos semanas en recibir una buena oferta de trabajó con una remuneración que en cualquier otra parte del país podría cubrir los gastos necesarios para vivir cómodamente e incluso comprar una vivienda amplia por unas 1.200 UF.

El problema del profesional de 32 años, es que con los $850.000 que gana en la ciudad, tiene que destinar casi la mitad para arrendar un pequeño departamento en el sector de la Coviefi y otros $100.000 para pagar su auto, sus gastos más importantes.

Con esta carga económica, agrega el prevencionista, es además muy difícil conseguir un crédito hipotecario que cubra el valor de los inmuebles disponibles en Antofagasta, considerando que tendría que tener un ahorro cercano a los $6 millones.

Rubén Espinoza cuenta que a pesar del sueldo que recibe en Antofagasta, la única oportunidad que tiene de proyectarse es volver a La Serena o irse a otra región del país, donde a pesar de recibir un sueldo menor podría, por lo menos, comprar la casa propia y pensar en formar una familia.

Estos testimonios, compartidos además por muchos profesionales que residen en la zona, contrastan con la Antofagasta de las oportunidades. Aquella región con el ingreso per cápita más alto del país, pero que al mismo tiempo es una de las ciudades donde existen barreras importantes para el desarrollo de la clase media y los sectores vulnerables.

Tal afirmación no es al azar. Los datos de los últimos tres años en materia de acceso a la vivienda confirman que el déficit habitacional está llegando a niveles críticos y aún está muy lejos de encontrar una solución.

Son 21.000 viviendas sólo para solucionar el problema de las familias allegadas y hacinadas y el panorama se vuelve más complejo aún tras conocer los resultados de la industria inmobiliaria, que durante el año pasado aumentó el valor de las casas y los departamentos en 123% y 35% respectivamente, según los datos oficiales.

Nabia Corbalán, es madre soltera y desde el 2007 que está tratando de postular a una vivienda a través del Fondo Solidario, subsidio que es para adquirir un inmueble nuevo o usado sin crédito hipotecario y por un valor máximo de 800 UF.

Según Nabia Corbalán por octava vez presentó los papeles para recibir el beneficio del Serviu, aunque esta vez la respuesta que obtuvo de la entidad, al parecer, postergará en un año más su posibilidad de optar a la casa propia.

Al estar en un núcleo familiar compuesto por 17 personas, cuenta Nabia Corbalán, sólo uno de ellos puede postular al beneficio del gobierno utilizando la ficha de protección social.

Lo complejo de la situación es que son cuatros personas que están en la familia que quieren postular a la casa propia y sólo uno de ellos lo podrá hacer.

Durante el año pasado el gobierno no entregó ningún proyecto de vivienda social en Antofagasta y a partir de 2006 sólo se han construido 1.530 viviendas destinadas a las familias de los sectores vulnerables.

"Es urgente solucionar el acceso a la vivienda, porque hoy muchos no tienen ninguna posibilidad de comprar una casa".

"Todos los años es lo mismo, y siempre hay respuestas para no dar solución. Ahora con el terremoto podría ser peor".

"Vivir en Antofagasta no nos favorece, porque todo es más caro y las autoridades están dormidas, no saben qué pasa".

"Desde el 2007 espero la oportunidad de tener mi casa, pero al parecer la ciudad no es prioridad para las autoridades".

El seremi de Vivienda, Mauricio Zamorano, explicó que como nueva autoridad han recorrido todas las comunas de la región, exceptuando Mejillones, reuniéndose con algunos comités de vivienda con la finalidad de conocer en terreno el problema. "Sabemos la complejidad del tema y que es una realidad que estamos enfrentando como región, por eso estamos articulando los esfuerzos y las redes para enfrentar la situación de manera adecuada. Este año podríamos avanzar en solucionar el déficit en Calama y Taltal", dijo.