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Los Viveros, desde el Amazonas al desierto más árido del mundo

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Su familia es originaria de la región amazónica. Vivían al pie el macizo colombiano, allí donde nacen tres cordilleras.

La región se denomina Putumayo, como el río que está en la frontera de Colombia, Perú y parte de Ecuador.

El Putumayo es uno de los ríos más importantes de Colombia, y es conocido por su historia. A comienzos del siglo XX hubo explotación cauchera y desde allí salían productos de la amazonia.

El cónsul de Colombia en Antofagasta, Julio Viveros Chaves tiene una historia muy particular, plagada de esfuerzo y sacrificio.

Sus abuelos vivieron en tiempos difíciles pero fueron servidores públicos, sello que caracteriza a su familia.

"Mi abuela Zoila Bravo era profesora de escuela y la enviaron a una zona selvática muy al límite con el Ecuador. Allí tuvo la misión de abrir una escuela. Mi abuelo era colono. Ellos tuvieron 9 hijos. Mi padre estaba entre ellos, él era segundo, Jorge Enrique", sostuvo el diplomático.

Ellos tenían la idea de que sus hijos estudiaran. Fue así que los enviaron a estudiar a una ciudad que ahora es populosa,su nombre es Pasto.

Para poder salir de la selva donde vivían se demoraban en canoa y a lomo de caballo en total cinco días. Fueron ingresados en un internado.

"Después que mi padre terminó su bachillerato o enseñanza media, optó por estudiar Medicina. Se fue a estudiar a la Universidad Central del Ecuador. En esa época no había carretera para llegar a Mocoa, y había que viajar cuatro días desde Pasto. En 1933 se construyó la carretera porque Colombia entró en guerra con el Perú, y fue así que hubo mejoras en los caminos", dijo.

En 1953 hubo una dictadura a cargo del general Gustavo Rojas Pinilla. Tomó el poder y unió dos regiones, situación que era resistida por la gente del lugar, porque así perdieron su autonomía.

"Fue así que mi padre comenzó a luchar contra la dictadura, y formó parte de un grupo rebelde. En 1959 lograron ser oídos y fueron desanexados. Mi padre recordaba sus tiempos de penuria cuando estudiaba, entonces siempre pensó en darle algo diferente a sus hijos. Por eso se propuso fundar colegios en la zona", explicó.

Su madre, Anatulia Chaves era una mujer muy hermosa. Jorge Enrique la conoció en 1955.

"Mi abuelo materno era profesor. En 1947 mi mamá se traslada a vivir a Pereira, en el Valle del Cauca. Ella vive en Palmira y Cali, y regresa a Putumayo. La contrataron para trabajar en la administración pública. Mi abuelo era Gonzalo Chaves y mi abuela era Florinda Muriel", recordó.

Tras casarse formaron una familia con seis hijos. El mayor es Jorge Iván, Susana Isabel, Jairo Enrique, Julio Byron, Jaime Fabián y Marilupe.

Él era un médico cirujano muy reconocido y era el eterno director del Hospital de la región. Lideró el progreso, fue gobernante, construyó carreteras e hizo diversas obras de adelanto. Tenía una visión de progreso.

Los hermanos se fueron a estudiar a Bogotá. Era un viaje que demoraba 28 horas por carreteras muy peligrosas. Su madre quedó viuda y con mucho esfuerzo logró que sus hijos fueran profesionales.

Julio Viveros estudió Economía en la Universidad Externado, una prestigiosa universidad con un pensamiento liberal y con libertades.

Cuando terminó la universidad ejerció como gerente de un banco con vocación agrícola. Logró una producción de porotos de mejor calidad y leche también. Era un valle de 8 mil hectáreas.

En ese tiempo conoció a su esposa Astrid Narváez que estaba estudiando bachillerato. "Nos casamos. Así llegó nuestro hijo, Julián Esteban que actualmente tiene 23 años y estudiando Odontología en Bogotá", confesó orgulloso.

Luego de ser gerente se trasladó a Mocoa para desempeñarse en la Contraloría de la República. Luego hizo un postgrado Gestión y Administración Pública.

Estando en eso se creó una empresa eléctrica y allí fue nombrado gerente.

Durante los 11 años que permaneció a la cabeza de esa empresa, logró aumentar el capital de 70 millones de pesos a 11 mil millones, lo que lo hizo alcanzar un renombre en la región.

Por lo mismo fue electo gobernante, puesto en el que se desempeñó con espacio de 15 meses.

Durante ese tiempo tomó contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Cancillería de Colombia, que permitieron su arribo a Chile.

Desde julio de 2012 junto a su esposa tomó la responsabilidad de conducir con éxito y profesionalismo, los destinos del Consulado de Colombia en Antofagasta.